Los lebreles suelen ser animales de un tamaño grande, ya que deben tener patas largas con el fin de poder correr tras las liebres y los conejos. Sin embargo, este lebrel italiano es muy pequeño, puesto que no fue criado pensando solo en la caza.
- Tamaño: entre 32 y 38 cm
- Peso: alrededor de 5 kilos
- Tipo de pelo: corto y liso, pegado al cuerpo
- Carácter: tímido, amistoso y ladrador
- Salud: buena, pero hay que tener cuidado con las patas
- Esperanza de vida: unos 14 años
Orígenes del Lebrel italiano
Al hablar de la creación del lebrel italiano casi nos perdemos en el origen de los tiempos, ya que hay animales muy similares a este en una tumba egipcia que data de hace seis milenios, aunque esto se puede decir para cualquier lebrel del mundo, pues todos se parecen.
También se ven perros similares en Grecia y Turquía hace unos 2.000 años, pero la teoría más aceptada es que el lebrel italiano y otros parecidos vinieron a Europa con los viajes de los fenicios, siendo los romanos los que comenzaron con la cría.
Ya en el Renacimiento sí que podemos ver perros iguales a los que hay ahora en las pinturas, ya que los nobles tenían devoción por ellos, aunque lo cierto es que por su tamaño y peso no servían para cazar, quizá conejos en determinadas ocasiones.
Algunos monarcas como María de Escocia o Federico el Grande fueron orgullosos propietarios de estos perros, que les hacían compañía en la corte.
Características del Lebrel italiano
La mejor definición que se puede hacer de la raza es que se trata de un galgo en miniatura, pues es esbelto, elegante, grácil, pero sin pasar de los 38 cm y sin llegar a los cinco kilos.
Su pelo es muy brillante, corto y sedoso, con colores como el negro, el gris o el amarillo, aunque en los Estados Unidos se permiten todos menos los atigrados, el fuego y el negro.
Los ojos tienen que ser grandes, muy expresivos y con el iris oscuro, lo que le da una mirada interesante con la que puede decirnos mucho cuando ya lo conocemos.
En cuanto a la cabeza, es estrecha y con el hocico fino, como ocurre con el resto de los galgos. El andar es característico, ya que levanta las patas mucho, más de lo que sería necesario.
Carácter del Lebrel italiano
Es un perro muy cariñoso y alegre, pero pese a lo que se puede esperar de él al ser un lebrel, su tamaño lo hace un animal poco activo, que estará mejor en los hogares tranquilos y sin niños, disfrutando mucho de las personas mayores que viven como él, sin grandes sobresaltos.
Dependen bastante de su dueño y no son muy amigos de los extraños, frente a los que no demostrarán agresividad, pero no les harán demasiado caso tendiendo a la timidez.
Convive bien con otros perros, aunque siempre se lleva mejor con los de su talla, pues a veces no es consciente de su tamaño cuando se relaciona con los más grandes, pensando que es uno de ellos a la hora de jugar o imponerse.
Hay quien dice que exige mucho a su cuidador, ya que quiere que siempre esté pendiente de él, algo que le puede venir de su larga tradición como perro faldero.
Educación del Lebrel italiano
Si tenemos un lebrel italiano hay que saber que no es sencillo educarlo, porque para él no será una prioridad obedecernos, y de hecho a este tipo de perros nunca se les ha enseñado obediencia alguna, ni siquiera la más básica.
Con paciencia podemos hacer que nos haga algo de caso, al menos en lo más esencial, pero lleva muy mal la orden para volver con nosotros, en especial si está en el campo, en donde corre detrás de los conejos sin detenerse.
Pese a su tamaño, tiene el instinto de caza muy desarrollado, por lo que hay que trabajar mucho en eso, aunque hay que saber que no vendrá la mayor parte de las veces que se lo pidamos si está en un sitio con animales salvajes.
También hay que enseñarle a quedarse solo, ya que al estar tan apegado a su dueño lo lleva muy mal, y puede desarrollar comportamientos destructivos, pero por suerte no ladrará al ser un animal que casi nunca lo hace (siempre hay alguna excepción).
Salud del Lebrel italiano
El lebrel italiano parece un perro a punto de romperse, de aspecto enfermizo y delicado, pero nada más lejos de la realidad, ya que es bastante robusto.
Por su tamaño y su pelo tiende a ser friolero y enfriarse con rapidez, por lo que tiene mucho sentido ponerle un abrigo y un chubasquero si está lloviendo.
Las patas hay que revisarlas a menudo, pues parece que no sabe que pesa cinco kilos y es muy pequeño, por lo que se pone a jugar con perros grandes y se las daña, algo que también ocurre cuando da algunos saltos.
No se libra de las enfermedades genéticas, como los problemas en los ojos o en las rótulas, algo que podemos evitar si pedimos una prueba de ADN al criador, pues con ella se puede ver si nuestro ejemplar viene de una línea con estos problemas que se transmiten de padres a hijos.
Por lo demás, tiene buena salud, tanto que no es nada extraño que la mayor parte de los ejemplares lleguen hasta los catorce años o que los superen.
Cuidados del Lebrel italiano
Su pelo nos da poco trabajo. Basta con pasarle un cepillo de púas de goma una vez a la semana y como es tan corto casi no hará falta bañarlo nunca.
En cuanto a la comida, habrá que comprar un pienso para perros pequeños con la croqueta de un tamaño adecuado a su boca. Tiene el metabolismo bastante rápido, por lo que en principio habría que darle de comer algo más que a otro perro de su talla, viendo si gana peso o sigue en el suyo.
Los paseos no son un problema, ya que se conforma con los que podemos dar en el parque, aunque conviene que pueda correr en alguna ocasión, mejor si es en campo abierto.
Cuando salgamos a zonas en donde haya conejos hay que tener cuidado porque puede salir corriendo como una exhalación, lo cual no es malo si no fuera por el riesgo de romperse una pata, de manera que conviene elegir terrenos llanos sin piedras ni árboles.
Del mismo modo, habrá que ser cuidadosos en los días calurosos, pues se han dado casos de lebreles muertos con altas temperaturas porque no han parado de correr hasta el colapso.
Si vivimos en una zona fría, durante el otoño y el invierno debe estar dentro de casa, pues tolera muy mal el frío y la humedad.
Adoptar un Lebrel italiano
El lebrel italiano es muy famoso en Italia, aunque fuera de sus fronteras no se ve demasiado. Es posible encontrar alguno, pero es complicado que aquel que lo compra lo abandone, más cuando es un perro de compañía y no de caza.
De esta manera, a la hora de adoptarlo podemos buscar en protectoras italianas e ir a allí a por él, pues no está lejos de nuestro país y traerlo es muy sencillo, ya que apenas hay que hacer trámites más allá de que le pongan el chip y las vacunas.
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