El volpino italiano es una de las razas más queridas del país trasalpino y una de las más antiguas, pues ya hay representaciones de esa raza en cuadros de principios del siglo XVI, con un aspecto prácticamente igual al actual.
- Tamaño: pequeño, de 25 a 30 cm
- Peso: entre 4 y 5 kilos
- Tipo de pelo: largo y grueso. Muy fuerte
- Carácter: dócil, alegre y despierto
- Salud: muy robusta, aunque tiende a engordar
- Esperanza de vida: 15 años, pero no es raro que alcance los 18
Orígenes del Volpino italiano
Al contrario de lo que ocurre con otras razas de pequeño tamaño, las cuales se han alejado mucho de lo que eran los canes de hace siglos, el volpino italiano sí que parece un perro “de los de antes”, pero de pequeño tamaño.
Las primeras noticias que tenemos de él datan del siglo XV y ya en el XVI vemos un cuadro del artista Vittore Carpaccio, en el que parece que este zorro italiano, otro de los nombres con los que se lo conoce en Italia, está a punto de llamar la atención de San Agustín con un ladrido.
Se sabe que fue la mascota de Miguel Ángel y siempre ha sido un perro de las personas notables, ayudando incluso en las labores de guarda junto a los mastines, ladrando y avisando a estos molosoides, que se encargaban de espantar a los intrusos.
A pesar de lo populares que han sido siempre, a mediados del siglo pasado estuvieron cerca de la extinción, aunque ahora ya se han recuperado, quedando como recuerdo de aquella época la casi desaparición de la variedad de color rojo.
Características del Volpino italiano
Estamos ante un perro de compañía de los más típicos, de pequeño tamaño (alrededor de 25 cm) y un peso muy contenido (4-5 kilos), que lo hace una mascota ideal a la hora de convivir en un piso.
Tiene las orejas puntiagudas y siempre lleva la cola enrollada sobre su espalda, lo que le da un aspecto muy peculiar. De hecho, en las exposiciones se aprecian más los ejemplares que tienen el rabo cerca del cuello una vez que lo enroscan.
Su pelo es otra de las características que distingue al volpino italiano de otras razas, que es grueso, largo y recto. Aunque parece que es áspero, cuando lo tocamos notamos que es muy sedoso y tiene dos capas como todos los perros de tipo Spitz.
Se admiten dos colores. El blanco lechoso, que es el que se ha impuesto, y el rojo, que ya a apenas se ve y que hace que se confunda a los volpinos con los pomeranias.
Carácter del Volpino italiano
Es un animal cariñoso, con gran apego a su familia y muy vivo. Lo normal es que sean sociables y pese a que hay ejemplares que son más desconfiados, casi siempre van a buscar los mimos de las personas, aunque no las conozcan.
También le encanta jugar, por lo que es el compañero ideal de los más pequeños al ser incansable, pues no tiene problemas en estar horas divirtiéndose con los niños, gastando así su enorme energía.
No se asusta con facilidad, y debido a que en el pasado se usaba con el fin de vigilar fincas hay que saber que tiende a ladrar, con lo que ello supone si vivimos en un piso de esos que no está bien insonorizado.
Educación del Volpino italiano
Su viveza lo convierte en un perro que se educa muy fácilmente, en especial si hacemos sesiones cortas de diez minutos. En ellas podemos utilizar a nuestro favor su tendencia natural al juego para ir enseñándole cómo se debe comportar.
De hecho, gracias a esto y que es muy activo, se puede ir a las pistas de Agility, en donde destacará en la variedad mini y nos lo pasaremos muy bien, consiguiendo que suelte parte de la energía que tiene.
Desde pequeño conviene que socialice con personas y perros, puesto que aunque es sociable, es cierto que algunos ejemplares no lo son tanto por haber sido empleado en la guarda de fincas hace ya siglos.
Así, en cuanto ya pueda salir a la calle (una vez completado el ciclo de las vacunas) lo mejor es que vea otros perros y personas, escuche ruidos, etc.
El principal inconveniente a la hora de educarlo es el ladrido, ya que es una dificultad muy seria si vivimos en un piso, pues nos traerá problemas con los vecinos, que incluso pueden llegar a denunciarnos.
Esto lo podemos evitar con el adiestramiento en positivo, dándole premios cuando pare de ladrar, de manera que asocie el callarse con algo bueno, así que ladrará menos o dejará de molestar en cuanto le demos la orden.
Aquí nos ayudará bastante un artículo muy económico llamado “clicker”, que se puede encontrar en todas las tiendas de animales y que es una chapa que hace un “clic” que le da su nombre.
Cuando el volpino comience a ladrar le vamos diciendo que pare y en cuanto lo haga, aunque sea porque él quiere y no porque se lo hemos dicho nosotros, damos un clic y le obsequiamos con una golosina.
Pronto hace la asociación del clic y el premio, así que en cuanto lo oiga nos hará caso. Conforme trascurran las semanas ya no necesitará escuchar el clic y obedecerá las órdenes verbales.
Salud del Volpino italiano
Como cualquier raza de tipo Spitz, el volpino italiano es un animal muy saludable al ser un perro rústico que vive sin problemas hasta los 15 años, siendo muy frecuente que lleguen a los 18 e incluso a los 20.
Sí que existe una enfermedad genética que les afecta y que se llama luxación primaria del cristalino, la cual puede derivar en un glaucoma y dejar ciego al volpino del ojo afectado.
Con el fin de evitar esto conviene ir a criadores que nos certifiquen que esta enfermedad no está presente en sus ejemplares, lo cual es posible hoy en día gracias a los análisis genéticos y de ADN.
No hay más enfermedades específicas, aunque sí que hay que estar vigilantes con el sobrepeso, pues tiende a comer demasiado, tanto que no logra gastar todas esas calorías pese a lo activo que es.
Por lo demás, basta con las vacunas, desparasitaciones y revisiones anuales que hay que hacerle a cualquier perro que conviva con nosotros.
Cuidados del Volpino italiano
Es muy sencillo de cuidar y gracias a su salud de hierro nos dará poco trabajo si exceptuamos el pelo, que como todo perro de manto largo requerirá de nuestra atención.
Hay que cepillarlo varias veces a la semana, aunque si no vamos a ir a ninguna exposición con él se puede ir recortando su pelo cada cierto tiempo, nunca raparlo, pues perdería su esencia y su aspecto tan especial.
En la peluquería canina que tengamos más cerca nos sabrán asesorar sobre estos cortes parciales, que nos evitarán trabajo y prevendrán la aparición de nudos, aunque lo mejor es pasar tiempo peinándolo, lo que estrechará lazos con nuestro perro.
También hay que tener cuidado con el pienso que le damos. Por su tendencia a engordar, lo mejor es hablar con el veterinario, viendo la posibilidad de darle comida específica para perros obesos, con más fibra de lo habitual, con el fin de que se sacie antes.
Este pienso debe ser de calidad, olvidándonos de los que venden en los supermercados y que solo provocan problemas de salud a medio plazo a los perros, pues traen harinas vegetales y desperdicios de animales como los picos o las patas de los pollos.
Adoptar un Volpino italiano
Pese a que ya no tiene peligro de extinguirse, el volpino italiano no es un perro demasiado extendido, en especial fuera de sus fronteras. Por eso, encontrar uno para adoptar será muy complicado en España.
Sí es más factible en Italia, algo que además es muy sencillo, pues las protectoras anuncian los animales que tienen a través de Internet, de modo que sin movernos de casa es posible ver los que hay disponibles.
Otra cosa será convencer a la protectora italiana de que nos cedan un perro para llevárnoslo a otro país, aunque si tienen muchos animales esperando a ser adoptados sí que es posible que accedan, a cambio de enviarles fotos regulares, informes del veterinario, etc.
En el caso de que tengamos la suerte de poder adoptar uno, nos vamos a llevar un perro con siglos de historia, que lo mismo ha estado en salones de personas nobles que en fincas guardando propiedades, siempre con la ayuda de los mastines.
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