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Gran Danés – Descubre su historia, características, aspecto y salud de esta raza

Gran Danés – Descubre su historia, características, aspecto y salud de esta raza

Lobo Azul |

El gran danés o dogo alemán, que es el otro nombre con el que se conoce a esta raza y el que más se suele emplear, es un perro de tamaño enorme, de los más grandes del mundo y de ese tipo que llama la atención allá por donde va.

Pese a que su aspecto es imponente, lo cierto es que se trata de un animal amable y noble, ideal como compañero siempre que tengamos espacio de sobra y no nos importe gastar dinero en su manutención.

  • Tamaño: 76 cm las hembras y hasta 81 cm los machos.
  • Peso: el rango va de los 45 a los 59 kilos, pero no son raros los machos que llegan a los 80.
  • Tipo de pelo: corto, muy fácil de cuidar.
  • Carácter: Afable, con poca tendencia a ladrar y muy dependiente de su dueño.  Salud: la podemos calificar como regular. Muy condicionada por su enorme talla.
  • Esperanza de vida: de 6 a 8 años, aunque no son raros los ejemplares que no llegan a los seis

Historia del Gran Danés

Como en la mayoría de las razas, hay quien dice que ya en Egipto se ven pinturas en los que aparecen perros similares al gran danés, aunque lo cierto es que poco tenían que ver con esta raza, aparte de ser delgados y grandes.

La historia más creíble nos dice que su origen data hace alrededor de cuatro siglos en una zona que abarca tanto Alemania como Dinamarca y de ahí el nombre con el que se le ha conocido durante años, y con el cual aún se le nombra en especial en los países anglosajones.

Al parecer, su aspecto tan característico proviene del cruce entre mastines y lebreles, con la idea de poder tener un perro poderoso y a la vez rápido, algo que se sigue haciendo hoy en día en las rehalas, en donde se mezclan mastines y podencos.

Las primeras noticias que tenemos de un perro que ya sí que se parece al dogo alemán actual, datan del siglo XVIII, donde la nobleza los usaba para guardar sus fincas e incluso sus carruajes cuando se desplazaba, lo que era un signo de prestigio.

Historia del Gran Danés

Ya en el siglo XIX podemos ver las primeras representaciones del gran danés similar al actual, y de hecho hubo personajes famosos como el canciller del Imperio Alemán, Otto von Bismark, que tuvo perros de esta raza durante unas seis décadas.

Convertirse en un animal relacionado con la nobleza es lo que lo salvó de desaparecer, como ocurrió con otras razas, cuando las armas de fuego se generalizaron y los perros se hicieron cada vez menos necesarios en la guarda y defensa de propiedades.

Unido a esto, está el que no haya existido ninguna “refundación de la raza” al no haber sido necesario, algo que ha pasado en otras razas que han llegado hasta nuestros días después de buscar los últimos ejemplares y de hacer cruces.

En cuanto al nombre de dogo alemán, parece que proviene de una exposición que se hizo en 1876 y en la que los jueces lo propusieron, algo que lleva generando polémica desde entonces, pues en muchos lugares se sigue conociendo como gran danés.

De todas maneras, lo cierto es que la unión de Alemania con esta raza es muy estrecha, puesto que aquí fue donde nació el primer club de la raza en 1888.

Características del Gran Danés

Se trata de un perfecto perro de compañía, un animal tranquilo y muy cariñoso con su amo, tanto que no es un perro que pueda estar solo durante mucho tiempo, puesto que siempre va a buscar la compañía de su dueño.

Suelen ser un poco tercos y por su tamaño conviene educarlos muy bien desde que son muy jóvenes, lo que nos ayudará en el manejo.

Con los extraños es reservado, pero nunca agresivo y lo mismo pasa con otros perros, ya que podríamos decir que es consciente de su tamaño y no necesita ladrar ni enseñar los dientes para imponer respeto.

No hay problema en que conviva con niños o con otras mascotas, porque tolera muy bien los juegos, que le tiren de las orejas, etc., aunque aquí hay que tener cuidado con el tamaño, sobre todo cuando son cachorros y no miden bien sus fuerzas.

Lo podemos usar en la guarda, aunque no es un perro que tenga instintos para ello. Aquí su gran baza es el tamaño, tanto que no es raro que la gente se cruce de acera cuando nos vea “por si acaso”, aunque este perro jamás atacará a nadie sin motivo.

Aspecto

Su aspecto es lo que lo define, pues los machos llegan a pesar 90 kilos y a medir 80 cm a la cruz, lo que significa que desde su cabeza al suelo puede haber cerca de un metro de altura.

Cuando la gente que no conoce la raza y lo ve le llama la atención cómo se mueve, pues no es un moloso del tipo de los mastines de movimiento torpe, sino que tiene la elegancia de un lebrel y no nos equivocamos al decir que es majestuoso.

Sobre los colores, el estándar reconoce tres mantos que no se deben mezclar. Uno es el leonado atigrado, el otro salpicado y negro, donde encontramos la que es la variedad más espectacular de la raza, el dogo arlequín y por último el azul, con mucho el tono que le da una mayor elegancia.

Hasta hace unos años se les cortaba el rabo y las orejas, lo que les daba un aspecto agresivo que no corresponde con el carácter de la raza, mientras que ahora estas mutilaciones están prohibidas y eso hace que este perro enorme parezca más amigable.

Salud del Gran Danés

Si buscamos un punto débil de esta raza está en la salud, ya que un 30% de los ejemplares no llega a vivir más de cinco años y son muy pocos los que sobrepasan los 10, aunque esto último es común a todas las razas de gran tamaño.

La displasia de cadera es el problema más frecuente, de nuevo como en todas las razas grandes y gigantes, por lo que habrá que estar muy atento a este aspecto y adquirir perros con certificado, con el cual minimizamos el riesgo, aunque siempre está ahí.

No hay que olvidar que la displasia, además de venir por herencia, también puede surgir por razones ambientales, de manera que el control veterinario tiene que ser estricto en la etapa de crecimiento.

También habremos de tener cuidado con la torsión de estómago, un problema agudo y muy grave en el que el estómago se da la vuelta, literalmente. Puede llevar al perro a la muerte y se previene poniendo la comida a la altura adecuada y dividiendo las raciones.

Es propenso al cáncer de huesos y a los problemas de corazón, aunque esto no debe asustarnos a la hora de comprar uno, puesto que todas las razas, hasta las más pequeñas, tienen enfermedades propias o que suelen padecer con más frecuencia.

Con el fin de tener un perro lo más sano posible, lo mejor es comprárselo a un criador que nos dé las máximas garantías, como que los antepasados estén libres de displasia y que nos pueda aportar pruebas de ADN en las que poder ver que no hay enfermedades genéticas latentes.

Salud del Gran Danés

Cría de esta raza

A la hora de criarlo lo primero a tener en cuenta es su salud por encima de todo, controlando muy bien las enfermedades genéticas y renunciando a algunas características como una mandíbula fuerte, si sabemos que con ello favorecemos que el dogo enferme de conjuntivitis permanentemente.

Hay que descartar los perros agresivos, aunque no suelen aparecer debido a que lleva más de un siglo seleccionándose para estar cerca de las personas, como perro de compañía de un tamaño enorme.

Su cría no es complicada, y los que se dedican a ella suelen decir que es más fácil que con los perros de raza mini, aunque sí hay que estar muy encima de la hembra, pues por el tamaño de los cachorros lo normal es que nazcan mediante una cesárea.

Por el peso de la madre y de los cachorros es una cría muy costosa, lo que como futuros dueños de un dogo alemán nos viene muy bien, puesto que solo los auténticos aficionados los crían, pues es casi imposible ganar dinero con ellos.

De todas maneras, si queremos comprar uno, lo mejor es que nos dirijamos al club español, ya que aquí nos pueden asesorar e incluso tienen un registro de ADN de sus perros con el fin de controlar lo máximo posible la aparición de enfermedades.

¿Cómo adiestro un Gran Danés?

Un gran danés tiene que empezar su educación en cuanto llega a casa, puesto que es muy terco y su tamaño no ayuda a tratar de manejarlo a la fuerza porque no vamos a poder tirar de él ni levantarlo.

Así, desde muy temprana edad hay que enseñarle a subirse al coche por sí mismo, a entrar en la bañera, y sobre todo a no tirar, para lo cual nos podemos ayudar de un collar contra los tirones (jamás con un collar de castigo o estrangulador).

No debemos olvidar la educación básica, con las órdenes como sentarse, tumbarse, quedarse quieto o venir a la llamada, insistiendo mucho en que camine con la correa sin dar tirones y siempre a nuestro paso.

Hay que dejar por completo por completo de la violencia, que si bien no hay que usarla nunca para adiestrar a un perro, no nos conviene cuando hablamos de animales con esta potencia física. Nuestro mejor aliado serán las golosinas, sobre todo al principio, para ir premiando con caricias con el paso del tiempo.

Pueden ser algo “cabezones”, así que nos toca armarnos de paciencia y ser firmes, buscando ayuda profesional si vemos que la situación nos supera y por lo cabezota que es, lo mejor es hacer sesiones cortas para que no se canse ni se distraiga

Características del Gran Danés

Qué debo tener en cuenta si quiero un Gran Danés

Teniendo en cuenta su físico no es un perro para principiantes. Así, si nunca hemos tenido un perro es mejor que optemos por otra raza más manejable y sencilla de mantener, pues el gran danés es un animal para personas con mucha experiencia.

El espacio es otro de los condicionantes a la hora de llevar un dogo alemán a casa, y es que sus 80 kilos lo hacen desaconsejable para vivir en un piso, por grande que este sea, y lo mismo ocurre con la ciudad.

Es un animal que necesita grandes espacios, los cuales las ciudades no le pueden proporcionar, por lo que para que esté a gusto debemos vivir en el campo, en un pueblo en donde tengamos acceso a grandes extensiones en las que pueda hacer ejercicio y correr libre sin tirar a nadie al suelo.

Nuestra economía debe estar muy saneada con el fin de poder tenerlo como se merece, comiendo un pienso de gran calidad (imprescindible para que crezca sin problemas) que nos puede llegar a costar unos 150 euros al mes.

A eso habremos de añadir las visitas al veterinario, que serán frecuentes y que cuando necesite medicinas serán las más caras al tener que darle varios comprimidos, ya que los medicamentos para perros se administran conforme al peso.

Con el fin de moverlo, el tamaño del coche también será un condicionante, por el hecho de que no cabe en el clásico utilitario. Quizá quitando los asientos traseros y la bandeja del maletero pueda entrar dentro, pero entonces nuestro coche se convertirá en un dos plazas sin maletero.

Hablábamos de la importancia del adiestramiento y en evitar los tirones, pero pese a ello conviene que la persona que lo saca a la calle tenga fuerza física y pueda controlarlo en todo momento.

Sus 80 kilos no son fáciles de sujetar y no debemos olvidar que pese a la educación es un animal y obedece a sus instintos, que se puede asustar, ponerse nervioso y hacernos pasa por situaciones complicadas que solo podremos solventar si lo podemos retener.

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