El American Bully es una de esas razas que gustan tanto en los Estados Unidos y que surgen del cruce de otras dos conocidas, aunque lo cierto es que por su carácter cada vez es más apreciado fuera de estas fronteras.
- Peso: de 25 a 40 kilos
- Tipo de pelo: liso, muy corto y brillante
- Carácter: dócil y muy cariñoso
- Salud: buena
- Esperanza de vida: alrededor de doce años
Orígenes del American Bully
Esta raza surge en los Estados Unidos, en los ya lejanos años 80, a partir de un cruce entre Pit Bull Terrier y American Staffordshire Terrier. Estas son las dos razas principales que intervinieron en su creación, aunque también hay otras como el Bull Terrier o el Bulldog Inglés.
David Wilson fue el creador de esta raza americana y en un principio la mayoría de los ejemplares se concentraron en Virginia y en Los Ángeles, para ir distribuyéndose por el resto del país en los años 90.
Ya por esas fechas la raza fue reconocida por el United Kennel Club, no confundir con el Kennel Club, y por algunas otras organizaciones entre las que no está la principal que es la FCI, la cual no reconoce al American Bully por considerarlo una raza híbrida.
Parece que la idea de la creación de este tipo de perro surgió por la afición de los norteamericanos a cierta clase de estética. Así, pensaron en un animal que pareciese muy fuerte e intimidara.
Sin embargo, desde el principio se trabajó con el fin de que el carácter no tuviese nada que ver con la apariencia exterior, pues no querían tener en casa un perro de pelea sino uno de compañía.
Características principales
Estamos ante un perro de tamaño medio con un aspecto atlético. Sus músculos están muy marcados y la cabeza impone mucho, casi como si no fuese proporcional al cuerpo y con una mandíbula que se ve que es muy potente.
Se puede decir que su aspecto intimida y eso es lo que perseguían sus creadores, que trabajaron para que pareciese un animal “fortificado”, una definición que le va como anillo al dedo.
Al ser una raza híbrida existen varios tamaños que están reconocidos por las organizaciones caninas que toman al American Bully como una raza. Son los siguientes:
- Pocket: el más pequeño de los cuatro y que llega hasta los 43 cm.
- Estándar: de hasta 51 cm, presenta un aspecto más proporcionado.
- XL: supera los 51 cm y eso lo hace el más grande de todos. Al ser más alto, tiene una apariencia más estilizada que no remarca tanto la musculatura.
- Extreme: su tamaño es estándar, pero se diferencia en la cantidad de músculos, ya que es mucho más fuerte que el resto de American Bully y presenta un cuerpo enorme, muy ancho.
En los tamaños se habla de proporciones y es que esta raza tiene una apariencia muy particular, con un cuerpo ancho, masivo, una cabeza muy grande y unas patas que parecen no acompañarle por su tamaño, ya que suelen ser cortas.
Dejando a un lado la altura y los músculos, cuenta con unos ojos almendrados similares a los de las razas de las que proviene y cuyo tono depende de el del manto.
Su pelo es muy corto y pegado a la piel, aceptándose todos los colores y los patrones que presenten. Así, podemos ver ejemplares leonados, rayados, tricolores o con tonos que se combinan con el blanco, aunque no se admiten los albinos.
Eso sí, pese a que en las distintas federaciones no quieren a los American Bully albinos, pues están considerados como una anomalía genética, entre los aficionados es el más deseado y se conocen como “Rinoceronte Blanco”.
Carácter del American Bully
El carácter es todo lo contrario a lo que pensamos al verlo. Es normal que si no sabemos nada de la raza, su aspecto nos imponga, ya que da la sensación de que estamos ante un animal agresivo e incontrolable.
Al acercarnos a uno de los ejemplares enseguida notamos que su apariencia es solo eso, fachada. De hecho, si por algo destaca la raza es por lo amable y dócil que es.
Es raro que tenga comportamientos violentos ni siquiera con otros perros, pues no es dominante ni con ellos ni con los humanos, con los cuales solo se muestra agresivo si cree que un miembro de su familia está en peligro.
No es un perro de defensa, pero tiene un físico fuerte y una boca muy potente que empleará sin dudarlo a la hora de proteger a los suyos, en especial a los más pequeños de la casa.
A pesar de su dulzura, nunca hay que olvidar que estamos ante un perro que puede hacer mucho daño, de forma que lo mejor es educarlo en positivo desde que es pequeño, yendo a un adiestrador si no tenemos mucha experiencia.
Cuidados
El American Bully no es un animal que requiera de demasiados cuidados, comenzando por su pelo del que apenas hay que preocuparse. De hecho, basta con pasarle una manopla una o dos veces por semana.
Sobre el baño, si le vamos pasando esa manopla, lo podemos ir espaciando y hacerlo cada tres meses o incluso más si está al aire libre, acortándolo si vive dentro de casa, aunque lo cierto es que no es un perro para espacios pequeños.
Quizá, a la parte que más atención debemos prestar es a la del ejercicio y es que no se trata de una raza que pueda pasar el día encerrada en casa, tumbada en el sofá mientras leemos un libro.
Su musculatura ya nos da una pista y es que estamos ante un atleta. Por eso habrá que salir al menos tres veces al día con el fin de que se ejercite y corra un poco.
También podemos buscar algún deporte que hacer con él, como correr a pie, en bicicleta, tirar de grandes pesos, etc., aunque aquí veremos que tiene un mejor desempeño en los de fuerza que en los de resistencia.
Para divertirnos podemos hacer Agility, aunque por su peso y estructura nunca destacará en esta disciplina, la cual usaremos con el fin de pasar un buen rato y hacer que la mente del perro esté activa.
Alimentación
La alimentación de esta raza difiere de la del resto debido a la musculatura que tiene cuando es adulto.
De este modo, hay que empezar con un pienso para cachorros de calidad y con un alto contenido en proteínas, pasando a un pienso para adulto con mucha proteína, la cual se puede encontrar en los que vienen con una gran cantidad de carne o pescado.
Si queremos que conserve la musculatura habrá que darle un pienso de los mejores del mercado, pues sin proteínas no es posible tener esos músculos.
Las comidas para perros de baja calidad traen más cereales que carne, lo que solo servirá con el fin de que el American Bully engorde mucho, lo cual tendrá una incidencia negativa en su salud y también en su estética, que se verá muy alterada.
Salud del American Bully
Su salud general es buena, pero es cierto que puede padecer algunos problemas relacionados con el tamaño y su peso.
Entre los más comunes están la displasia de cadera y la de codo, las cuales se pueden prevenir comprando a criadores serios, pidiendo radiografías de los padres y no obligando a los ejemplares más jóvenes a hacer mucho ejercicio.
Por el tipo de cuerpo que tienen también puede haber problemas cardiacos, por lo que conviene que el veterinario realice radiografías una vez al año con el fin de ver el estado del corazón, pasando a la ecografía si nota algo extraño.
Del mismo modo, la forma de su cabeza lo predispone a padecer problemas respiratorios como la disnea, así que hay que tener cuidado.
Una manera de prevenir esto es no sacándolo a pasear en las horas centrales del día cuando hace calor, y si salimos dar un paseo corto y tranquilo.
Dada su musculatura es un animal al que los esfuerzos prolongados no le sentarán bien, siendo más un perro de fuerza explosiva que de resistencia, lo que se nota más cuando el calor aprieta.
Suelen ser animales glotones y por su tamaño son candidatos a la torsión de estómago, de la que se conocen algunos casos en la raza.
Así, lo mejor es evitar que coman justo antes de salir a pasear o a hacer deporte, quitándoles la comida al volver con el fin de que estén más tranquilos cuando vayan a alimentarse, con el corazón latiendo a menos pulsaciones y en estado de reposo.
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