Pasear al perro es una de las principales obligaciones que tenemos como dueños. En la calle hace sus necesidades, se entretiene oliendo aromas de todo tipo, interactúa con personas, con otros perros y realiza ejercicio.
Cuánto tiempo es recomendable pasear tu perro
Un perro sano debe pasear al menos una hora al día, aunque no ocurre nada si lo paseamos más. De hecho, lo mejor es salir a la calle siempre que podamos y todo el tiempo que nos sea posible.
Estos sesenta minutos de paseo diarios son una estimación, de manera que no pasa nada si un día salimos solo cuarenta porque no tenemos tiempo para más, pero sí que hay que procurar estar fuera al menos una hora todos los días.
Cuantas veces pasear a un cachorro
Los cachorros son uno de los casos especiales en cuanto al paseo, ya que cuando son pequeños debemos salir más veces y menos tiempo, lo cual es lo contrario que se recomienda en el caso de los adultos.
Así, con los cachorros hay que comenzar yendo a la calle unas cinco veces al día (mejor llevarlo a donde no vayan perros adultos hasta que terminemos de vacunarlos) y en periodos muy cortos de solo unos minutos.
Hay una razón que explica por qué hay que salir tanto y es que no son capaces de controlarse. Por eso, harán sus necesidades dentro de casa, de manera que mientras los acostumbramos hay que sacarlos más veces.
En cuanto al tiempo, hay que tener mucho cuidado. Si les obligamos a hacer demasiado ejercicio, pueden padecer problemas en los huesos al llegar a la edad adulta.
Cuantas veces pasear a un perro adulto
Conforme el cachorro crece y cuando ya consideramos que el perro es adulto, los paseos se pueden reducir en cantidad y aumentar en tiempo.
Siempre se dice que hay que salir al menos tres veces al día con un perro adulto, unos paseos que deberían durar 20 minutos como poco siempre que sea posible, aunque esto solo es orientativo.
De esta forma, si por trabajo o por otras obligaciones los paseos diurnos son muy cortos, lo compensaremos por la noche cuando podamos disponer de más tiempo.
La hora diaria es solo una estimación, ya que no hay problema en salir dos si nos es posible. Además, aquí hay que tener en cuenta la raza, pues no es lo mismo pasear con un chihuahua que con un labrador, puesto que las necesidades de ejercicio son muy diferentes.
Cuantas veces pasear a un perro anciano
Otro caso especial es el de los perros ancianos, cuyos paseos se van a parecer mucho a los de los cachorros.
Cuando un perro llega a la senectud hay una época en la que vemos que se producen cambios paulatinos, de manera que nos bastará con pasear un poco más despacio, sin necesidad de acortar las distancias.
Sin embargo, con el transcurrir de los meses hay que cambiar por completo la manera en la que llevamos a cabo los paseos, pues notamos cómo el deterioro avanza a gran velocidad afectando a las capacidades de nuestro mejor amigo.
Es en este momento cuando introducimos cambios, paseando alrededor de cinco veces al día, acortando bastante las distancias y el ritmo.
La razón es que ya no aguantan el pipí como antes (si no los sacamos a menudo orinarán en casa) y que en muchas ocasiones hay que darles diuréticos para el corazón, de forma que orinan bastante más y necesitan salir a menudo.
Consejos para pasear a tu perro
Pasear a tu perro es algo muy importante. Por eso, hay que seguir una serie de pautas o normas con el fin de que sea algo placentero tanto para él como para nosotros.
Hay que pasear con muchos perros desde que el animal es muy joven
Una vez que el cachorro ha cumplido con el calendario de vacunación, hay que llevarlo a un sitio en donde se reúnan los perros para pasear, siempre preguntando por los más tranquilos con el fin de que comience a socializar.
Si hacemos esto, el cachorro se convertirá en un adulto equilibrado que podrá pasear con cualquier perro, sin agresividad ni peleas.
Cuidado con las horas de más calor
A finales de la primavera el calor ya es asfixiante en España, por lo que hay que tener mucho cuidado cuando vamos a pasear, evitando las horas centrales del día y desplazando las salidas a las más frescas, que suelen ser las primeras y las últimas de la jornada.
Este cuidado hay que extremarlo en el caso de los cachorros, los perros ancianos y los braquicéfalos como los bóxer o los carlinos, que a causa de la forma de su cabeza respiran peor.
Hay que tener esto presente siempre, pues si lo olvidamos el animal puede sufrir un golpe de calor que lo lleve a la muerte.
Evitamos las zonas húmedas
En muchos lugares hay cursos de agua como ríos y arroyos, que invitan a la relajación y son sitios frescos, pero que suelen estar atestados de mosquitos cuando salimos a pasear.
Además de las molestias de las picaduras, los mosquitos transmiten la leishmaniasis a los perros (también a nosotros), por lo que conviene mantenerse alejados de las zonas en donde hay muchos insectos de este tipo.
Nos alejamos de los coches
El mayor peligro al que nos enfrentamos cada vez que salimos con un perro a pasear es que un coche lo atropelle.
De esta forma, hay que hacer lo posible por permanecer alejado de los coches, saliendo a zonas remotas o yendo a parques con espacios para perros, en los que hay un vallado que los separa de otros usuarios y de los coches.
Hay que cambiar de ruta de vez en cuando
Las rutinas forman parte de nuestra vida, por lo que poco a poco y casi sin darnos cuenta estaremos paseando todos los días por la misma ruta.
Esto no es malo, pero lo cierto es que a los perros les encanta explorar nuevos lugares, enfrentarse a olores diferentes, etc., de manera que agradecerán que hagamos un cambio de itinerario.
No hay que coger el coche e irse a la sierra, sino que bastará con ir por otras calles, entrar a otro parque o salir por otra zona de la ciudad.
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