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Beagle, un sabueso maravilloso

Beagle, un sabueso maravilloso

Lobo Azul |

El beagle es el sabueso por excelencia, lleno de energía, extrovertido e independiente, que da una impresión de robustez y le sobra elegancia; dichas características han asegurado a esta especie canina un lugar privilegiado a lo largo de la historia.

Se trata de una raza de larga data, que luchó por su supervivencia durante las guerras mundiales. Varios siglos atrás, los beagles habían formado parte de la realeza inglesa, cuando personajes como Enrique VIII, Isabel I y Elizabeth II, los adoptaron como perros de compañía, especialmente por sus habilidades cazadoras.

Su temperamento, su comportamiento juguetón y tierno, su tamaño, así como la carencia de problemas de salud congénitos, hacen del beagle un animal doméstico ideal. Son perros muy activos e impulsivos, que necesitan de familias que les brinden suficiente atención y que sean apasionadas por los deportes o las excursiones.

  • Tamaño: Pequeño - mediano.
  • Peso: Entre 10 y 20kg.
  • Tipo de pelo: Liso, corto, denso.
  • Carácter: Estable y equilibrado.
  • Salud: Sano pero con tendencia a engordar
  • Esperanza de vida: Entre 10 y 15 años.

 

Estamos entonces ante un perro que con un adiestramiento adecuado, puede llegar a ser un gran compañero de caza y un gran amigo en el hogar. Es recomendable adquirirlo desde cachorro para adecuar su comportamiento. Es importante recordar el conocimiento profundo acerca de los perros y especialmente de cada raza, procura una sana y feliz convivencia del perro con su familia humana. Por ello, te proveeremos de la mayor información posible para que desarrolles un gran vínculo con tu mascota, y a su vez, puedas mantener la estabilidad física y mental de tu beagle.

Origen del beagle

Beagle quiere decir “el más pequeño de los cazadores”, posiblemente del francés becguele «persona ruidosa» o literalmente «garganta abierta». El origen de esta raza se remonta a más de 2.400 años. Aunque no se tengan fechas exactas al respecto, como ocurre con la mayoría de las razas caninas, su primera referencia la hace el filósofo Jenofonte en la Antigua Grecia, unos 400 a.C., al describir a un perro rastreador de liebres.

Algunos sabuesos tipo beagle llegarían a Italia desde Grecia y se cree que fueron introducidos en las Islas Británicas durante la ocupación Romana. Sería allí donde la raza se desarrolló.

A partir del siglo XVI los beagles ya eran una popular especie. La aristocracia inglesa adoptó a una variedad conocida como «beagles de bolsillo» (línea genética extinta en la actualidad), que medían entre 20 – 25 cm y eran funcionales para las cacerías a caballo, porque podían llevarse en un bolsillo hasta el punto de inicio de la cacería y luego soltarlos para que hicieran su trabajo. Además, se conoce sobre grandes jaurías criadas por los reyes para tales fines. Los beagles fueron desarrollados principalmente para cazar liebres y conejos.

Eran compañeros de caza ideales para personas de edad avanzada, que les seguían a caballo sin mayor esfuerzo. Los ejemplares modernos datan de 1830 por la cria de decenas de beagles en el Reino Unido, que en 1840 ya eran importados desde Estados Unidos (donde hoy son una de las razas más populares).

Posteriormente, en 1890 se fundó el Beagle Club de Inglaterra con una primera exposición de esta raza seis años después. Las guerras mundiales, una primera entre 1914-1918 y la segunda entre 1939- 1945, detuvieron estas actividades sociales cuyo protagonista era el beagle, pero el interés por la raza logró perdurar las próximas décadas.

Características físicas

El beagle se caracteriza por su porte elegante, tiene un cuerpo musculoso y un pecho pronunciado. La cabeza es alargada, generalmente más estilizada en las hembras. Sus orejas son grandes, redondeadas y caídas de forma natural. Los ojos grandes y marrones, que suelen dar impresión de tristeza y no necesariamente es así. La mandíbula es ligeramente cuadrada y la nariz ancha. La espalda es recta y larga, al igual que su cola. El pelaje es bastante corto y liso.

Altura promedio (Adulto):

  • Machos: 38 cm
  • Hembras: 33 cm

Peso promedio (Adulto):

  • Machos: 10 – 20 kg
  • Hembras: 10 – 20 kg

En cuanto a los colores de esta raza, se dividen en tricolores o bicolores, con tonos blancos esencialmente en el pecho y la parte baja del cuerpo; además de marrones y negros sobre el lomo, las orejas y la cola:

  • Tricolor – Classic tri: Base blanca, donde predomina el color negro sobre todo el lomo y algunas manchas marrones.
  • Tricolor – Dark tri: En esta combinación las manchas marrón claro se mezclan con marcas negras, de nuevo sobre una base blanca.
  • Tricolor – Faded tri: Pocas marcas negras mezcladas con manchas en color marrón oscuro sobre una base blanca.
  • Tricolor – Pied: Base mayormente blanca, con manchas amarillentas y marrones sin destacar, el negro casi imperceptible.
  • Bicolor: Casi todo el cuerpo blanco con algunas manchas marrón de diversas tonalidades.

Salud y Cuidados para el Beagle

El beagle es un perro sano y resistente, no suele ser objeto de enfermedades congénitas, aunque como todas las razas puede llegar a tener algunos padecimientos pero solo casos excepcionales:

  • La esperanza de vida es de entre 10 y 15 años, una longevidad habitual para los perros de su talla.
  • Entre todas las razas de perros, tiene uno de los más desarrollados sentidos del olfato.
  • La forma de sus orejas obstruye el paso del aire, es una zona que se mantiene húmeda, lo que la hace una potencial fuente de infecciones si no se limpia de manera regular.
  • El glaucoma y la distrofia corneal son las afecciones oculares más comunes en los beagles.
  • El sobrepeso producto del sedentarismo del perro puede conllevar a problemas de corazón y de articulaciones.
  • Del beagle es característico el padecimiento conocido como “funny puppy” o español “cachorro gracioso”, en el que el cachorro se desarrolla de forma lenta, con pastas débiles que y espalda ligeramente torcida.
  • Ocasionalmente pueden sufrir de epilepsia o hipotiroidismo, ambas controlables con medicación.
  • Con los años los beagles también son propensos a sufrir daños en los discos intervertebrales, como resultado del constante balanceo que realizan cuando caminan por sus patas cortas.

Sobre cuidados los beagles no son exigentes. Por ejemplo, su pelo corto es sencillo de cuidar y no requiere de un aseo extraordinario. Con cepillado 2 o 3 veces por semana y el baño una vez al mes se mantendrá pulcro y con buen aroma, siempre tomando en consideración las ocasiones en que se expone a la suciedad.

Sí se debe controlar estrictamente la ingesta calórica, puesto que el beagle no se sacia con facilidad y comerá siempre que tengan el alimento a su alcance. La alimentación descontrolada conlleva a la obesidad, un problema común de esta raza, especialmente en la etapa adulta.

La actividad física es fundamental y tiene que ver con lo descrito anteriormente. El sedentarismo en su raza termina rápidamente en obesidad. También se trata de la salud mental del perro, el encierro y la inactividad le generar ansiedad. Si viven en una casa pequeña o un departamento los paseos diarios son una necesidad.

El juego constante funciona como actividad deportiva, el esconderle objetos en la tierra y hacerlo excavar es una de sus actividades favoritas, como para cualquier sabueso.

Comportamiento del Beagle

Los beagles son perros de temperamento estable y equilibrado, pocas veces se les ve irritados, auque sí tienen una alta tendencia al ladrido frente a cualquier situación. Tienden a ser muy guturales, esto quiere decir que constantemente expresan sus emociones haciendo ruidos con la garganta. Indudablemente, son perros inteligentes, nobles, fieles y extremadamente cariñosos.

El afecto que dan estos perros esperan sea retribuido, de modo que demandan mucha atención de parte de su familia humana y si no se les trasmite seguridad, aullarán cada vez que su amo salga de casa.

Los beagles necesitan de una familia amorosa y tolerante, pero que al mismo tiempo ponga límites y no se deje manipular con las actuaciones caprichosas y medidas del beagle. Son muy determinados y tienen claridad sobre lo que quieren, por lo que tienden a querer “imponerse”.

Dado su espíritu aventurero y curioso es recomendable no dejarlos encerrados en casa, ya que esto les genera ansiedad y pueden causar grandes destrozos. Por la misma razón, el paseo y la recreación del beagle deben ser una rutina, diaria de ser posible. Su instinto cazador y la necesidad de rastrear todo a su alcance usualmente los distrae durante el paseo, de modo que son propensos a tener accidentes.

Si se trata de una caminata en lugares con tránsito de automóviles lo mejor es llevarlos con una correa. La dinámica en estos casos es que, en cuanto cuanto huela algo interesante, te jalará hasta encontrarlo. Además, la débil atención en espacios públicos también podría dificultar un proceso de entrenamiento. Asimismo, aunque son perros obedientes, adiestrar en el control de esfínteres puede ser una larga tarea.

Es un perro bastante sociable, de hecho prefiere estar en manadas. Sin embargo, su relación con otras especies tiene que ser de cuidado; de nuevo su instinto cazador es un factor influyente, aunque si desde cachorros se habitúan a la convivencia no hay mayor problema.

Ya de adulto, el beagle debería pasar por un período de adaptación para cohabitar con otras especies. De cualquier manera, nunca está de más supervisar su relación con gatos, conejos, aves o animales rastreros. En familias con niños es la mascota ideal, su comportamiento es cero agresivo y será más bien un compañero de juegos para los infantes.

Curiosidades

A los beagles se les puede considerar una raza “famosa”. En siglos pasados, grandes poetas y dramaturgos como William Shakespeare, John Webster o William Cowper, hacían mención de estos canes en sus obras. Inclusive aparecen en la célebre epopeya griega “La Ilíada”atribuída a Homero. Con la modernización, fueron apareciendo en los cómics, el cine y la televisión. El “beagle más famoso del mundo” se conoce como Snoopy, uno de los personajes principales de la tira cómica Peanuts, desarrollada por Charles Schulz.

Del estrellato los beagles han pasado al trabajo de campo. Sus grandes capacidades olfativas e instinto de rastreo, más agudo en la tierra, los pone en la lista de candidatos como perros de detección. Para ponerte en contexto, los beagles tienen alrededor de 220 millones de receptores de olor en su nariz, en comparación con unos 5 millones que poseemos los seres humanos. Los beagles son utilizados por el Ministerio de Agricultura y Silvicultura de Nueva Zelanda, así como por el Servicio de Cuarentena e Inspección de Australia, para la detección de importaciones agrícolas prohibidas y productos alimenticios en cuarentena.

También son empleados por las Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, para la localización de sustancias ilícitas. La docilidad de estos animales también los hace funcionales para actividades como búsqueda y rescate o terapia con animales.

Por otra parte, cuando hablamos de experimentos científicos en animales, solemos pensar en monos y ratones, pero la investigación médica también ha hecho uso de los perros, y la raza beagle es una de sus “favoritas” debido a que no sufren de enfermedades congénitas, son dóciles y confiables.

La industria de la experimentación se excusa en que se adaptan bien a vivir en una jaula y alimentarlos resulta económico. Por ello, son utilizados para experimentación animal para probar cosméticos, productos farmacéuticos, productos para el hogar y otras curiosidades científicas.

Asimismo, son sometidos a múltiples test de toxicidad, que son sinónimo de envenenamiento; mutagenicidad, que causa daño genético; teratogénica, que genera defectos de nacimiento; toxicocinética, para estudiar la absorción, metabolización, distribución y excreción de las sustancias químicas; y se les aplica carcinogenicidad, un agente físico cancerígeno. Según la organización Beagle Freedom Project, en los Estados Unidos más de 60.000 perros están siendo objeto de este tipo de estudios y casi el 96% de esos canes, son beagles.

La práctica estándar de la industria es sacrificar a los animales una vez que los experimentos han terminado, de modo que los perros no escapan del gran emporio farmacéutico mundial, ni de la crueldad de algunos humanos. Si tienes la oportunidad de hacer a un beagle parte de tu familia, no es una decisión que debas pensar dos veces. Recuerda que lo único indispensable para tener a una mascota es el amor y la paciencia .

 

https://www.youtube.com/watch?v=BGYGkjNzEhc

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