Aunque en algunos casos no se da la importancia necesaria, existen en el medio ambiente elementos que pueden ocasionar diferentes enfermedades a nuestras mascotas. Alergias, problemas estomacales e incluso
asma, son algunas de las afecciones que un factor externo puede generar en nuestro perro. Siendo hasta ahora poco común en caninos, esta es una patología respiratoria que se presenta a causa de fenómenos localizados en el entorno y que en la mayoría de los casos no son tomados en cuenta como un factor de riesgo. Se trata de una afección que puede tener diferentes efectos e influir notablemente en la salud y bienestar de nuestros perros. Por ello, conocer sus síntomas y causas es elemental si se quiere controlar en la medida de lo posible su aparición. En consideración a esto, hemos desarrollado este artículo para proporcionar más información acerca de esta enfermedad, qué la origina, cómo se manifiesta y el tratamiento que deben recibir los perros con esta condición. De esta manera podrás brindar a tu mejor amigo cuadrúpedo los cuidados que necesita.
¿Puede un perro padecer asma?
Una contundente afirmación es la mejor forma de responder este interrogante. Sí,
los perros pueden llegar a padecer asma en algún momento de su vida. No obstante, esta patología suele ser más común en otro animales como, por ejemplo, los felinos.
De acuerdo a un estudio realizado por especialistas veterinarios, solo un 10% de la raza canina es afectada por ella. Sin embargo, el índice varía dependiendo de las condiciones de la raza y otros factores que se detallarán más adelante. Ahora bien, ¿qué es? Se trata de una alteración en el funcionamiento de las vías respiratorias bajas, debido a la presencia de algún elemento desencadenante, que ocasiona la contracción de los bronquios e impide el paso de aire hacia los pulmones, produciendo además secreciones notables, tos y dificultad para respirar.
Causas del asma en perros
Pese a que no han logrado determinarse todas las causas que pueden originar este trastorno respiratorio en perros, se han establecido algunos factores que pueden asociarse con su aparición.
Medio ambiente
Considerando este como el principal elemento generador, se ha determinado que alérgenos como el polvo, la contaminación ambiental, el humo, el polen y los ácaros, son algunos de los
desencadenantes principales de este y otros trastornos respiratorios. En algunos perros estos elementos pueden causar hipersensibilidad e iniciar los síntomas relacionados con la afección, por lo que es importante considerar si nuestra mascota es sensible a estos alérgenos y tomar las medidas preventivas pertinentes.
Genética
Existen teorías en las que está asociada a causas hereditarias. Es por ello que, en algunas razas, esta enfermedad puede estar presente con mayor frecuencia que en otras.
Otros factores
Un aspecto que debe tenerse presente es que existen afecciones cuyos síntomas pueden ser similares a los del asma. Por ejemplo, las cardiopatías y los parásitos pulmonares ocasionan trastornos respiratorios parecidos, por lo que debemos estar atentos y descartar que se trate de una condición aún más grave que esté afectando la salud del canino, como algunas de las mencionadas.
Síntomas del asma en perros
Por tratarse de
una enfermedad que compromete el sistema respiratorio, los síntomas pueden variar, dependiendo de algunos contextos. En primer lugar, el contacto que los perros tengan con los factores desencadenantes de esta patología y, en segundo lugar, según la actividad física que realiza nuestra mascota. Los síntomas más notorios son:
Dificultad para respirar
Sobre todo en momentos en los que el perro realiza alguna actividad física o recreativa, se puede notar cómo su respiración se muestra más acelerada de lo normal. Esto, debido a que requiere mayor cantidad de oxígeno.
Respirar con la boca abierta
Un
síntoma muy habitual en los perros con trastorno respiratorio es que permanezcan siempre con la boca abierta y la lengua fuera, como una medida para conseguir más oxígeno.
Tos
Otra manifestación habitual es la tos, generalmente seca, sin secreción. Puede ser leve al principio e irse agudizando si no se da la atención adecuada.
Sibilantes
Los sonidos al respirar, como una especie de silbidos o suspiros, son muy comunes en perros con este trastorno.
Postura corporal
Es frecuente en casos de asma que un perro se mantenga con las patas delanteras separadas con el fin de obtener un mejor proceso respiratorio. Otros síntomas que pueden aparecer son letargo, mucosas azuladas, pérdida de peso, intolerancia al ejercicio y falta de apetito.
Hay que tener en cuenta que, en ocasiones, las manifestaciones de la enfermedad se presentan levemente, por lo que no se consideran parte de una afección grave. No obstante, de no prestar atención, el perro podría sufrir una crisis respiratoria y hasta un colapso, comprometiendo seriamente su vida. Consultar al veterinario de forma inmediata si el perro presenta uno o más de estos síntomas mencionados es de gran importancia para
evitar el desarrollo de la enfermedad.
Tratamiento del asma en perros
Puesto que se trata de una enfermedad que provoca la obstrucción de las vías respiratorias, el tratamiento estará enfocado precisamente en regular el flujo de aire hacia los pulmones. Es por ello que la dilatación de los bronquios mediante el uso de
corticosteroides y broncodilatadores es el mejor remedio para lograrlo. En los casos de mayor gravedad, en los que el perro se ve afectado seriamente por una crisis asmática, se complementa con el suministro de oxígeno para contribuir al proceso respiratorio del canino. El uso de inhaladores, en lugar de medicina vía oral, es preferible, debido a que los efectos secundarios se ven disminuidos y su acción resulta más rápida. Sin embargo, en cualquiera de los casos, será el veterinario quien lleve a cabo la prescripción adecuada de acuerdo a la condición del perro. En otros casos, al estar ante un asma crónica, la medicación estará centrada mayormente a disminuir las crisis de tos y tratar, en la medida de lo posible, que el perro se encuentre tranquilo.
¿Se puede prevenir?
Por tratarse de una enfermedad asociada a factores externos en la mayoría de los casos, la respuesta es sí, la prevención de este trastorno respiratorio es posible. La
disminución de los factores de riesgo relacionados con esta patología es la principal medida de prevención. El control de la alimentación para evitar el sobrepeso, eliminar aromatizadores, aditivos, velas aromáticas o por lo menos evitar su uso en presencia del canino, es una medida importante. Evitar fumar en presencia del perro y, a su vez, controlar el contacto con polen y humo, entre otros, cuando se realicen paseos también es considerado parte de la prevención. Finalmente, mantener un adecuado control veterinario, permitirá que pueda descartarse a tiempo cualquier indicio de la enfermedad y mantener al perro saludable para disfrutar de su compañía.
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