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Rabia en Perros – Descubre qué es, que síntomas tiene y su tratamiento

Rabia en Perros – Descubre qué es, que síntomas tiene y su tratamiento

Lobo Azul |

De entre todas las enfermedades que pueden tener nuestros perros, la rabia es una de las más conocidas, ya que hay textos de hace siglos que la nombran y la describen muy bien, al haber convivido los humanos con ella padeciéndola y muriendo cuando eran contagiados.

Por suerte está extinta en la España peninsular, y solo se dan casos esporádicos en Ceuta y Melilla, razón por la cual se sigue vacunando a los perros con una frecuencia que depende de cada comunidad autónoma, aunque en los últimos años son más estrictas por los casos que se dan en estas dos ciudades autónomas.

¿Cómo se contagia?

Se trata de una enfermedad vírica presente en los mamíferos, como los perros, los gatos con menor frecuencia, los zorros o los murciélagos.

El medio de contagio es la saliva, por lo que la forma más frecuente de que pase de un animal a otro o incluso a los humanos, ya que se trata de una zoonosis, es la mordedura.

Cuando un animal muerde a otro o a una persona, el virus que está en su saliva pasa a la sangre y comienza su periodo de incubación, pero a veces no hace falta ni siquiera una mordedura.

Aunque es menos frecuente, se sabe que también se puede contagiar si un animal infectado lame a otro en una mucosa o en una zona en la que tenga una herida.

No es nada habitual, ya que los murciélagos estén en contacto con nuestros perros, pero este mamífero es un reservorio de la enfermedad y es posible un contagio sin mordedura, solo por el contacto con su orina o sus heces.

¿Cuáles son los síntomas de la rabia?

Esta enfermedad presenta una sintomatología muy amplia, tanto que en muchas ocasiones se puede confundir con problemas neurológicos que no tienen nada que ver con ella.

Ante la mínima sospecha, lo mejor es acudir al veterinario, cuyo ojo experto y las pruebas (si las considera necesarias) nos dirán si nuestra mascota tiene rabia u otro problema de salud.

Agresividad

Uno de los más conocidos es la irritabilidad y la agresividad. De repente, un animal que nunca ha dado problemas comienza a actuar de una manera extraña, mostrándose agresivo con nosotros, con los extraños y con otros animales.

Ese cambio de comportamiento nos debe hacer sospechar, y aunque no significa que el animal tenga la rabia, lo mejor es ir a una clínica veterinaria, pues indica que ocurre algo que está afectando a la salud de nuestro perro y que requiere de atención inmediata.

Salivación excesiva

La salivación es otro de esos síntomas que asociamos con la rabia, puesto que en todas las representaciones antiguas se muestra a los perros rabiosos con la boca llena de babas, que caen de manera abundante.

Esta hipersalivación es debida a que una de las partes del organismo que ataca este virus son las glándulas salivales del animal, algo que le ayuda a expandirse, ya que se extiende mediante la saliva contaminada.

Fobia a la luz y al agua

Una aversión o fobia a la luz no se asocia tanto con la rabia, pero otro de los síntomas que se conoce desde antiguo es la fobia al agua.

Los perros no suelen tener problemas con el agua, pero cuando tienen rabia no quieren acercarse a ella, huyendo o poniéndose agresivos si intentamos mojarlos. Del mismo modo, la luz les molesta mucho y tienen a esconderse de ella.

Otros síntomas menos conocidos

También hay otra sintomatología que los especialistas conocen bien, pero que los que no tenemos nociones sobre salud animal no asociamos con la enfermedad.

Algunos de ellos son la fiebre, la parálisis del rostro y la parálisis general, la cual suele aparecer en el momento final cuando el perro está a punto de morir por este virus.

Fases de la rabia en perros

Desde el momento un animal infectado muerde al perro, la rabia comienza a desarrollarse siguiendo una serie de fases que están muy bien estudiadas debido a todo el tiempo que llevamos conviviendo con la enfermedad.

Las fases se pueden presentar de manera más o menos rápida, pero al final el animal pasará por todas si no ponemos remedio antes, lo cual es imposible en perros callejeros, que son los que realmente nos deben de preocupar, pues no hay nadie que se preocupe por ellos

Incubación

Cuando un animal infectado muerde a un perro, le transmite la enfermedad (si no está inmunizado mediante la vacuna), pero esta no se manifiesta de manera inmediata, sino que pasa por un periodo de incubación.

El perro ya está infectado, pero asintomático durante un tiempo que va desde una semana a varios meses.

Parece que este periodo varía dependiendo de la zona de la mordedura, de manera que cuanto más cerca esté del cerebro, más corta es la incubación.

Es imposible saber que el perro tiene la rabia en este momento, a no ser que veamos al animal que se la ha transmitido y sospechemos que esté infectado por su comportamiento o porque salive en exceso.

Prodrómica

En esta segunda fase ya comienzan a aparecer los primeros síntomas, los cuales no se suelen asociar con la rabia, puesto que el perro se muestra cansado y asustado. También puede presentar nerviosismo.

No hay agresividad y en este momento no representa apenas peligro ni para los humanos ni para otros animales, pero la rabia está ahí y no va a parar de avanzar.

Agresividad

Pasados de dos a diez días de la fase anterior comienza el riesgo, los momentos en los que un perro con rabia es un peligro para aquel que esté a su alrededor sin importar si es animal o humano.

Aquí es cuando se presentan los síntomas que se asocian a la rabia, como la agresividad y la salivación excesiva, con retraimiento de los labios por un espasmo que hace que los dientes se vean muy bien, lo que intensifica la sensación de peligro.

Intentará morder a otros animales, a las personas e incluso a sus propios dueños si no toman precauciones y lo mejor es encerrarlo mientras vienen los veterinarios.

Parálisis

Llegamos al final de la enfermedad, cuando la garganta y la mandíbula se paralizan. Poco a poco, el perro pierde el control del movimiento y colapsa, quedando paralizado e incluso entrando en coma hasta que al final muere, lo cual puede llevar varios días.

Diagnóstico

Hay dos maneras de hacer el diagnóstico. Con la más antigua había que esperar al que el perro muriera y tomar una muestra de los tejidos cerebrales, en los cuales se puede ver el virus.

Ahora también se usa si el animal ha fallecido y se cree que la causa ha sido la rabia, puesto que es la prueba más sencilla y la que menos riesgo tiene.

Si el perro está vivo, el veterinario puede hacer un análisis de sangre para saber si los síntomas se deben a una enfermedad neurológica o el perro tiene la rabia, gracias a la reacción en cadena de la polimerasa.

Tratamiento de la rabia en perros

No existe ningún tratamiento para la rabia en los perros. Se trata de una enfermedad mortal contra la que no podemos hacer nada más que avisar a las autoridades, pues las leyes nos obligan a ello.

Viendo lo que ocurre conforme avanzan las fases de la enfermedad, lo mejor para el animal es sacrificarlo, pues de lo contrario lo único que conseguiremos es que padezca un terrible sufrimiento.

Además, no hay que olvidar que nos puede transmitir la enfermedad si no actuamos con rapidez, la cual también es muy grave en humanos y ocasiona la muerte si no se trata a tiempo.

Aunque es duro pensar que no podemos hacer nada por nuestra mascota, la rabia lo convierte en un peligro y si no le aplicamos la eutanasia al final morirá igual sufriendo de manera innecesaria, paralizado y por asfixia.

Prevención de la rabia en perros

Por suerte, prevenir la rabia en los perros es muy sencillo y lo único que tenemos que hacer es seguir el calendario de vacunación de nuestra comunidad autónoma.

Es importante saber cuándo hay que vacunar al animal, pues no se trata de una inyección opcional, sino que es obligatoria de cara a que esta terrible enfermedad siga erradicada en nuestro país.

A veces, este calendario es un poco lioso, porque en los últimos años ha cambiado unas cuantas ocasiones, llegando algunas comunidades a eliminar la obligatoriedad de la vacuna o poniéndola cada dos años.

Ahora el calendario es más estricto e incluso hay que vacunar a los cachorros, por lo que la mejor manera de estar al día con las vacunas es preguntar a nuestro veterinario de confianza, el cual está al tanto de todos los cambios legislativos.

Debido a lo importante que es la vacunación de la rabia, en todos los municipios españoles se llevan a cabo campañas, por lo que los vecinos no tienen que salir de sus pueblos con el fin de vacunar a sus perros, ya que son los veterinarios los que se desplazan para poner las inyecciones.

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