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Galgo Español – Historia. Característica, cuidados y curiosidades

Galgo Español – Historia. Característica, cuidados y curiosidades

Lobo Azul |

Si hay un perro característico de la Península Ibérica, ese es el galgo español, uno de los perros con linaje más antiguo que tenemos en España y que está repartido por el país, aunque se concentra sobre todo en la Meseta Central.

Desde siempre ha sido un perro de caza, y se sigue usando para atrapar liebres a la carrera, pero poco a poco se está convirtiendo en un perro de compañía ideal para aquellos que hacen mucho ejercicio.

  • Tamaño: de 50 a 70 cm a la cruz. Es una raza grande.
  • Peso: entre 20 y 30 kilos.
  • Tipo de pelo: muy corto y liso. Fácil de cuidar.
  • Carácter: sensible y dócil con su dueño, tímido y receloso con los demás.
  • Salud: de hierro.
  • Esperanza de vida: alrededor de 12 años.

Historia del Galgo Español

Como ocurre con todas las razas de perros, su origen se desconoce. Es cierto que hay canes con una morfología similar en las pinturas egipcias, pero en ellas encontramos perros que se asemejan mucho a los actuales, lo cual no quiere decir que procedan de Egipto.

Lo que sí que parece tener una mayor base es el origen celta o romano y ya en el siglo II a. C. Arriano de Nicodemia, que fue cónsul de la Bética, describía la caza con galgo, igual que la que se practica ahora en su tratado llamado Cynegeticus.

En él, este cónsul contaba que había galgos de pelo duro y corto (como los actuales) y que en Hispania la caza de la liebre era una costumbre propia de todo los habitantes de la zona, aunque no fuesen ricos.

La tradición que ya existía en época romana se consolida conforme la Reconquista avanza desde el norte, tanto que en los fueros que se daban a las zonas conquistadas (una especie de códigos en los que se recapitulaban las leyes que regían allí) se castigaba el robo de estos animales con la muerte.

Dejando de lado los lebreles que veíamos en las pinturas egipcias, la primera representación en la que vemos un galgo español perfectamente reconocible data del siglo XII, en donde en unas pinturas murales de una ermita de un pueblo de Soria (Caltojar) vemos una escena de caza con estos perros.

La raza siguió muy presente, tanto que en el siglo XVII tenemos la mención en El Quijote al “galgo corredor”, lo que significa que en las zonas rurales era un animal importante para que sus habitantes se divirtieran y llevaran algo de comida a la boca.

A pesar de haber sobrevivido tantos siglos, y sin mezclarse con otras razas, a principios del siglo XX estuvo a punto de desaparecer a causa de los cruces que se hicieron con greyhound o galgo inglés.

Esta aberración se debió a que las carreras en los canódromos estaban muy de moda en Inglaterra y llegaron a España, de manera que se necesitaba un perro más grande y rápido que el galgo español.

Por suerte, la raza se pudo recuperar gracias a los cazadores que conservaron el galgo tal cual era, pues si bien el cruce con el inglés lo hacía más rápido, lo convertía en un perro débil para la caza de la liebre en la naturaleza, eliminando así la resistencia que es la gran baza de este animal en el campo.

Historia y origen del Galgo Español

Características del Galgo Español

Los galgos españoles son de ese tipo de perros con los que no hay confusión posible, pues cuando vemos uno, aunque sea a muchos metros, sabemos que estamos ante una de nuestras razas con más solera.

Su cuerpo es lo que lo hace tan reconocible, ya que es un perro de gran alzada (entre 50 y 70 cm), pero a su vez muy delgado, tan afilado que parece que se va a romper, aunque es muy fuerte.

De hecho, cuando nos acercamos nos damos cuenta de que sus más de 20 kilos son de pura fibra y que está muy musculado, aunque en su justa medida para ser funcional, puesto que lleva siglos seleccionado con el fin de correr detrás de las liebres en campo abierto.

Tanto la capacidad de sus pulmones como la de su corazón es increíble, ya que hay pocos animales que puedan correr a 60 km/h durante largas distancias, que es lo que hace un galgo cuando va detrás de una liebre.

En cuanto a los colores, al haber sido un animal que apenas ha pisado las exposiciones y que se ha empleado para la caza, en su estándar se permiten todos y en cualquier combinación, aunque parece que en los últimos años se priorizan las capas atigradas más oscuras y el color negro.

Características del galgo español o lebrel español

Carácter y comportamiento

Estamos ante un perro muy sensible, lo cual debemos tener muy en cuenta cuando tratemos con él, y sobre todo a la hora de adiestrarlo.

Con su dueño es muy cariñoso, al igual que con la familia, pero no es uno de esos animales que está siempre encima de nosotros, pues necesita su espacio vital y por eso veremos que a veces “va a su aire”.

No es agresivo con los extraños y los trata con cautela, sin acercarse demasiado hasta que no los conoce como si temiese algo, quizá fruto de que es una de las razas peor tratadas en nuestro país.

Con otros perros no tiene problemas, pues desde siempre han convivido con muchos de su raza, de forma que la agresividad jamás ha sido una característica deseable, ni con los perros ni con los humanos.

Debemos de tener algo de cuidado con los gatos, en especial al principio, pues los puede ver como una presa a la que cazar, lo cual será fatal si tiene un poco de espacio para desarrollar toda su velocidad.

Este comportamiento cambia por completo cuando sale al campo, en donde se convierte en un depredador que irá buscando su presa, corriendo tras todas las liebres que vea hasta que se agote o mate a alguna.

El adiestramiento y la educación que le demos no servirá de nada si ve una presa, algo que debemos tener en cuenta si salimos al campo y sabemos que hay animales salvajes cerca, ya que no lo vamos a poder controlar.

Salud

Su salud es de hierro. Sin temor a equivocarnos, es posible decir que es una de las razas con la salud más fuerte y esto es fruto de la selección que se ha hecho.

Durante siglos solo han criado con los mejores galgos, aquellos más fuertes y los que más corrían, eliminando a los débiles o a los que no eran capaces de atrapar a las liebres.

Esto, que parece cruel y que lo es, se ha extendido hasta nuestros días, puesto que se sigue haciendo así en el mundo rural, lo que ha hecho que este animal apenas necesite la visita a un veterinario a lo largo de su vida.

Si va a una clínica casi siempre es fruto de un problema debido a la caza, ya que en determinados terrenos se destrozan las patas y a pesar de ello siguen corriendo.

Existen un par de enfermedades que afectan más a esta raza y una es el cáncer de huesos, contra la cual se puede hacer poco en este momento y la otra es la torsión gástrica.

La torsión es conocida por todos los dueños de perros de razas grandes y gigantes y sí que se puede prevenir, evitando que beban mucha agua de una sola vez y no dándole de comer un par de horas antes de correr ni dos horas después.

Pueden vivir alrededor de doce años, lo que es una cifra alta si tenemos en cuenta lo grande que es, algo que nos indica que tiene una salud fuera de lo común.

Cuidados y alimentación del Galgo Español

Tanto los cuidados como la alimentación son fáciles, aunque deben tener en cuenta que estamos ante un atleta, más si solemos correr con él.

¿Qué cuidados hay que darle?

Es primordial que haga mucho ejercicio, lo cual hace que su vida en la ciudad sea complicada. No es que sea imposible tenerlo en un piso y sacarlo varias veces a pasear al parque, pero necesita correr en espacios abiertos y eso es complicado en una zona verde urbana, llena de personas, perros y obstáculos.

Así, lo mejor es tenerlo en un área rural y en ellas siempre estará más a gusto en ambas mesetas, su lugar natural en donde tendrá la posibilidad de correr en llanuras enormes sin nada que lo frene.

Eso sí, hay que tener cuidado por dónde lo llevamos, evitando zonas con olivos, viñas, vallados, ya que una vez que se pone a correr no mira el terreno que pisa y se puede hacer mucho daño, de modo que conviene revisarle las patas cada vez que salgamos con él al campo.

El pelo es muy fácil de cuidar, puesto que no hay que hacer nada. Quizá pasarle una manopla de goma una o dos veces por semana y los baños se pueden espaciar mucho en el tiempo, puesto que no se ensucia.

A las orejas sí que habrá que prestar más atención, observándolas por si trae alguna espiga clavada y limpiándolas con cierta regularidad con un producto específico, pues de lo contrario puede contraer alguna infección.

Alimentación

La alimentación es como la de cualquier otro perro. Le daremos un pienso de la mejor calidad que podamos permitirnos y solo habrá que buscar algo más si hacemos mucho deporte a diario.

Si lo llevamos a cazar, durante esa época conviene que consuma un alimento específico para perros con una actividad alta, los cuales suelen contener una mayor proporción de proteínas con el fin de “dar alimento” a los músculos.

Lo mismo haremos si salimos a correr con él a diario varios km, aunque si lo hace a nuestro ritmo puede comer un pienso normal, algo que iremos comprobando según fluctúe su peso.

Cuidados del galgo español

Curiosidades del Galgo Español

Se suele decir que los perros no pasan frío, pero ese no es el caso de nuestro galgo. Su pelo, unido a que tiene una tasa de grasa corporal muy baja, hace que tiemble cuando las temperaturas bajan.

No es raro que no quiera salir en los peores días del invierno ni cuando llueve, de manera que uno de los primeros complementos que compraremos si un galgo llega a casa será un abrigo, mejor si es de los que también sirve como chubasquero.

El collar que necesita es especial. Por su tipo de pelo y la forma del cuello hay que ponerles un collar hecho pensando en los galgos, el cual se diferencia de los normales en que es mucho más ancho.

Podemos adquirir uno artesanal realizado en cuero, que bien cuidado durará toda la vida del galgo y que le da un aspecto de lo más elegante, majestuoso, que quizá es uno de los adjetivos que mejor define a la raza.

Cuando caza no ve otra cosa que no sea la liebre. Esta fijación es tal, que no son raros los perros que han muerto por infartos y agotamiento después de estar mucho tiempo tras una liebre que se resistía. Por eso, hay que tener cuidado con él cuando salimos al campo.

Se trata de uno de los perros más maltratados en nuestro país y que más se ve en las protectoras para adoptarlos. De hecho, ya hay miles de ejemplares en países como Holanda o Alemania, en donde se horrorizan cuando saben lo que estos animales deben pasar.

Por desgracia, aún se acostumbra a matarlos si tienen una mala temporada, se hacen mayores o enferman, y no es raro verlos abandonados por los pueblos una vez que se cierra la veda, aunque por suerte es una costumbre que se va perdiendo.

Tienen un rango de visión de 270 grados, lo que les permite ver a las liebres incluso cuando salen detrás de ellos. Esto le da una gran ventaja a la hora de cazar, aunque por suerte para las liebres la mayor parte de los lances de caza acaban con este lagomorfo escapando de los perros y con los aficionados disfrutando de una buena carrera.

Dadas sus necesidades de ejercicio, se suelen entrenar usando una moto o incluso atados a los espejos de los coches y adaptando la velocidad a la de los animales.

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