Enfermedades caninas más comunes que pueden ser causadas por una mala alimentación

Al igual que para el ser humano, la alimentación es un tema de gran importancia en la vida de nuestro perro. Es por ello que, el cuidado que requieren nuestros amigos caninos no solo se extiende a su apariencia física y bienestar, sino también a la adecuada nutrición. Una alimentación desequilibrada y con productos que no son acordes a las necesidades nutricionales de un perro, puede ocasionar alteraciones en su organismo que pueden llegar a ser graves, poniendo en riesgo su vida. Sin embargo, a veces, por desconocimiento o falta de información precisa, alimentamos a nuestro cachorro de forma inadecuada, sin saber los daños que esto podría acarrear. Para evitar esta situación, el siguiente artículo detallará las enfermedades caninas más comunes que pueden ser causadas por una mala alimentación.

¿Qué enfermedades causa la mala alimentación?

Desde obesidad hasta daño estomacal severo, son algunas de las consecuencias más profundas que una mala alimentación puede tener en nuestro perro. Para conocer más acerca de este tema, aquí se encuentran enumerados los padecimientos que puede sufrir nuestro perro a causa de una nutrición inadecuada.

Obesidad

Aunque para muchos no se considere una enfermedad, la obesidad es uno de los males más comunes que puede afectar gravemente la vida de un canino que no es alimentado adecuadamente. Bien sea por la cantidad de alimento que se le suministra, o por el número de veces que es alimentado el perro en el día, la obesidad es un padecimiento bastante frecuente, que puede acarrear además otras enfermedades como artritis, diabetes, problemas del corazón y hasta cáncer. Suministrar a nuestro perro un pienso que contenga la cantidad de nutrientes necesarios conforme a su edad y raza, y la cantidad justa, evitará la obesidad y el riesgo de otras enfermedades. Y, en caso de que ya comience a manifestar este problema, puedes escoger un pienso light (bajo en grasa) que le ayude a controlar su peso.

Diarrea

Una de las enfermedades más conocidas en los perros a causa de la mala alimentación es la diarrea. De forma general, esta afección ocurre cuando el canino es intolerante a algún alimento que se le está suministrando. Bien sea un pienso de mala calidad, comida que no es apropiada para ellos, cambios repentinos en su alimentación o el mal estado de la misma. Aunque es común que nuestro perro sufra un episodio de diarrea en algún momento, y no deba generar tanta preocupación, la persistencia de este padecimiento es lo que debe llamar la atención, pues la deshidratación es lo que vendrá a continuación, y puede afectar severamente su salud. Alimentar apropiadamente a nuestro perro, con un pienso adecuado para su tamaño, edad y en algunos casos especializados, es la mejor recomendación.

Alergia

Otra de las enfermedades comunes en los perros, ocasionadas por la mala alimentación, es la alergia. La intolerancia a algunos alimentos puede producir no solo una alergia estomacal, sino también manifestaciones de esta en el pelaje de nuestro cachorro. En algunas ocasiones, aunque el perro se esté alimentando con un pienso común, puede ocurrir que presente síntomas de alergia. Esto puede suceder debido a que alguno de los nutrientes o grasas (o saborizantes de este alimento), le hace daño. Por lo tanto, hay que estar seguro qué alimentos, o nutrientes, pueden afectar a nuestro perro para así evitar su consumo y disminuir el riesgo de alergias. Plantéate sustituir su alimento actual por un pienso hipoalergénico para perros sensibles.

Gastritis

La gastritis aguda es otra afección común a causa de una mala alimentación en los perros. Al igual que la diarrea y las alergias, la poca tolerancia a algunos alimentos es su característica principal. Sin embargo, la presencia de parásitos, o la reacción a alguna bacteria, también pueden ser causa de esta enfermedad. Por lo general, la gastritis aguda suele estar asociada a la ingesta de alimentos descompuestos. Cuando nuestro perro come de la basura o le damos comida en mal estado sin saberlo, estamos causándole un daño severo. En ocasiones extremas, puede ocasionarle hasta la muerte. Vigilar la alimentación de nuestro perro y evitar que husmee en la basura, es una buena forma de disminuir la presencia de gastritis.

Inflamación estomacal

Aunque no sea muy conocida, la inflamación del esófago es también muy común entre las alteraciones que nuestro perro pueda padecer por mala alimentación. De forma general, esto se asocia a la ingesta de huesos que son difíciles de dirigir. En algunos casos, quedan atascados en el esófago de nuestro amigo, causándole irritación e inflamación. Evitar suministrarle a nuestro perro los huesos restantes de nuestro alimento, asegurará que no padezca de este tipo de dolencia.

Cómo saber si estoy alimentando mal a mi perro

Aunque no lo creamos, es muy común que estemos alimentando a nuestro perro de forma inadecuada y, por desconocimiento, no le damos la importancia que este tema debe tener. Existen diversas maneras de saber que nuestro canino está siendo mal alimentado, veamos algunas de ellas:

Pérdida de apetito

Cuando nuestro perro presenta falta de apetito, no es necesariamente porque esté saciada su hambre, todo lo contrario. La presencia de parásitos o enfermedades estomacales, se evidencian en muchos casos con la inapetencia del canino.

Falta de energía

Otro signo de mala alimentación es la falta de energía que pueda manifestar nuestro perro. Cuando se alimentan de manera adecuada, los caninos suelen mantenerse siempre activos y listos para salir a jugar o caminar.

Problemas auditivos

En algunos casos, un poco más extremos, los perros mal alimentados pueden presentar problemas auditivos. Algunas alergias pueden afectar severamente los sentidos del perro, siendo el oído uno de los más vulnerables en estos casos.

¿Qué debo hacer?

Para alimentar de forma adecuada a un perro se deben tener en cuenta algunos aspectos. Por ejemplo: proporcionarle un pienso de calidad, con alto contenido de proteínas, vitaminas, minerales y lípidos. Pero a su vez bajo en carbohidratos, pues incrementan el riesgo de obesidad en el cachorro. Otra consideración importante es evitar el exceso de grasa, colorantes artificiales y saborizantes, pues su consumo frecuente puede resultar nocivo para la salud y bienestar de nuestro perro. Artículos con más información sobre alimentación canina:

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