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Descubre los juegos de inteligencia para perros

Descubre  los juegos de inteligencia para perros

Lobo Azul |

A los perros les encanta jugar, y de hecho la mayoría de ellos lo hacen incluso cuando ya son tan viejos que les cuesta moverse, pese a lo cual no dudan en realizar un esfuerzo para jugar con sus dueños.

Además de pasar el rato con él con la típica pelota, existen alternativas como los juegos de inteligencia, con los que podemos estimular su cerebro y mantenerlos ocupados.

¿Qué son los juegos de inteligencia para perros?

Hasta hace muy poco, la mayor parte de los perros tenían una función como guardar fincas, conducir al rebaño, la caza, el rescate de personas, etc., las cuales se han ido viendo relegadas conforme estos animales se dedicaban en exclusiva a hacernos compañía.

Con estas ocupaciones los perros se enfrentaban a desafíos constantes, lo que conseguía que su cerebro se pusiese a trabajar con el fin de resolver diferentes retos, consiguiendo así razas muy inteligentes como los perros pastores.

Ahora ya apenas hay animales que trabajen a diario, pero en casa podemos hacer algo y es plantearle estos retos en forma de juegos de inteligencia.

Mejores juegos de inteligencia

Hay varios juegos de inteligencia con los que poner a prueba a nuestro perro, siempre sabiendo que la forma de funcionar de su cerebro no tiene nada que ver con la nuestra y que no hay que frustrarse si no entienden alguna de estas prácticas.

Ningún perro es igual y no todos tienen las mismas capacidades, así que les iremos planteando desafíos muy sencillos, subiendo la dificultad muy poco a poco, pues de lo contrario nuestro mejor amigo puede perder el interés por completo.

Juego del escondite

Uno de los juegos más fáciles y que suele gustar a todos los perros. Consiste en coger su juguete favorito, o uno de ellos, y esconderlo sin que nos vea hacerlo en casa o en la calle.

Podemos comenzar en nuestra vivienda, ya que le será más sencillo encontrarlo. Primero lo vamos escondiendo en sitios en los que sabemos que lo va a descubrir enseguida, para ir variando la dificultad con el paso de los días.

Después nos lo llevamos a la calle, al parque, al campo o a cualquier sitio en el que sea seguro que esté suelto y hacemos lo mismo, poniéndoselo cada vez más difícil.

Con el fin de que se interese más, en lugar de un juguete, escondemos un kong lleno de comida, húmeda si queremos que el perro se ponga a buscar como loco.

Seguir el rastro

El sentido más desarrollado del perro es el olfato, por lo que nos vamos a valer de él para que se ponga a trabajar.

Hay que enseñarle un olor nuevo hasta que lo asimile, algo que tenga un aroma característico como una fruta o incluso un ambientador especializado que se vende para este tipo de actividades.

Una vez que lo ha olido en varias ocasiones, lo escondemos y le decimos que lo busque, ayudándole las primeras veces si es preciso hasta que dé con él, y premiándole cuando lo haga, por lo que no tardará en asociar la búsqueda con algo bueno y querrá jugar a todas horas.

Dispensadores de comida

Aquí vamos a disponer de una variedad enorme de dispensadores y es uno de los mejores juegos de inteligencia para comenzar a practicar, pues al asociarse con la comida el perro no se mostrará reticente.

Uno de los más sencillos es el kong, un juguete de goma que tiene agujeros por los que metemos gránulos y que luego tapamos con comida húmeda o una pasta especial, así que el perro lo debe destapar y después mover el kong si quiere que los gránulos salgan de ahí, lo que le puede llevar un buen rato.

También tenemos otros juegos más complejos, del tipo de los comederos que le dan comida si pulsa un botón que se ilumina, o la campana igual a la que hay en las recepciones de hotel, que nuestras mascotas hacen sonar si quieren alimentarse.

Obediencia

Este tipo de juego es el más útil de todos, pues además de divertirnos, le podemos enseñar a nuestro perro algo que será de ayuda y que nos va a facilitar mucho el día a día, como sentarse, tumbarse, o incluso trucos divertidos del tipo de dar la mano.

Siempre es más sencillo hacerlo cuando son cachorros, pues aprenden mucho mejor, pero ya de adultos también se les puede enseñar con algo más de paciencia y sabiendo que nos va a llevar más tiempo.

Nuestro gran aliado será el refuerzo positivo, dándole golosinas, pequeños trozos de salchicha o incluso algunos gránulos cuando lo haga bien. De hecho, con los perros adultos podemos esperar a practicar estos trucos un poco antes de darles de comer, cuando sabemos que tienen hambre.

Eso nos ayudará a que estén más atentos a los premios y a que se esfuercen más en hacerlo bien, disfrutando de cada gránulo que les demos como recompensa.

Puzles

Si vamos a una tienda de animales veremos que hay varios tipos de puzles para perros, muy sencillos y similares a los que hacen los niños de muy corta edad.

No tienen que colocar cientos de piezas, como en los de los humanos, sino que se trata de retos sencillos, pero que no siempre son fáciles para los perros que nunca han tenido que resolver uno.

Entre ellos, el más típico es el de formas que tienen que encajar en su sitio, cogiéndolas con la boca y poniéndolas en el agujero correcto. Otros traen una serie de tapas que deben abrir o deslizar y dentro encuentran comida.

Podemos comprar un par y dejárselos con el fin de ver qué tal les va, ayudándoles las primeras veces con la idea de que no se cansen si no consiguen resolverlo al principio.

Coger objetos al vuelo

Uno de los juegos de inteligencia para perros más sencillo es el de coger objetos al vuelo, ya que nos vale una pelota o incluso un palo.

Tendrá que calcular la trayectoria, saber cuándo saltar, sincronizar todo el cuerpo con el momento de capturar el objeto y además hará bastante ejercicio, lo que viene muy bien en animales tendentes a la obesidad, como ocurre con los labradores.

Es posible complicarlo un poco más, y siempre practicando antes con pelotas y palos, comprando un fresbee, uno de esos discos voladores con los que podemos hacer virguerías y nuestro perro se divertirá mucho.

Eso sí, aquí hay que saber cuándo hay que poner fin al juego, pues algunos perros se vuelven locos con estos objetos y no quieren parar nunca de recogerlos en el aire para llevarlos a nuestros pies. 

De este modo, lo mejor es establecer un periodo, unos minutos, de forma que al finalizar dejamos de jugar de inmediato.

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