Si tu perro es ansioso con la comida, posiblemente sea porque hay algo que no estás haciendo de la forma más adecuada para sus necesidades y naturaleza.
Aquí te ofrecemos 10 consejos para descubrir cuál puede ser el problema, o mejor aún, para prevenirlo y así ahorrar una buena dosis de estrés, tanto a tu mascota como a ti mismo.
Identificando la ansiedad
En primer lugar debes saber detectar los indicios de ansiedad en tu mascota, lo cual comenzará con la observación. Si lo notas nervioso, ladrando en exceso, repitiendo diversos patrones de conducta, si jadea, tiembla o destruye lo que pueda a su paso, pueden ser señales de ansiedad.
También es importante estar atento a otros posibles síntomas como la caída del pelo. Te será de gran utilidad llevar un registro del contexto donde se producen estos períodos de ansiedad, para corroborar o descartar su relación con la comida.
Define su lugar de comida
Si notas señales de que la ansiedad se debe a la comida, o bien, buscas prevenir que tu mascota desarrolle este tipo de problema, lo primero que deberás hacer será definir un espacio propio para comer.
Y no estamos hablando de su plato o cuenco, sino del lugar de tu casa donde estará ingiriendo su alimento. Busca que sea un lugar tranquilo, que no sea una zona de paso como un pasillo y que pueda tener suficiente calma para disfrutar su ración de comida sin alteraciones.
Controla la cantidad
Recuerda que debido a la herencia genética salvaje de los perros, tienen la capacidad de comer más alimento del que en realidad necesitan al momento, para mantener reservas de grasa para las épocas de escasez. Por este motivo tu perro podría comer fácilmente cantidades enormes de alimento, aunque esto no significa que esté hambriento.
Por este motivo, es importante cuidar -con asesoría de un veterinario- la ración de alimento adecuada para su raza, sexo y edad.
La calidad es esencial
Si alimentas a tu perro con pienso de mala calidad, es probable que tu mascota pueda intentar comer en exceso, buscando satisfacer las necesidades energéticas que el alimento no le está aportando. Esto complica las cosas, pues también incrementa la proporción de cereales y otras sustancias de relleno, lo cual le puede provocar una gran variedad de padecimientos.
En este sentido, un pienso certificado de calidad como los de Lobo Azul, permitirán ofrecer un aporte más preciso, que pueda cubrir todas las necesidades nutricionales de tu mascota, a partir del componente principal para su desarrollo: la carne; y además, en este caso con la ventaja de generar un aporte valioso de minerales y vitaminas esenciales para su desarrollo.
Cuida los tiempos
No sólo el lugar y la calidad cuentan, para evitar la ansiedad también resulta esencial definir horarios específicos para la comida, pues de esta forma tu mascota no sufrirá por la intriga de no tener claro en qué momento llegará el alimento.
Tampoco tienes que ser demasiado cruel y ofrecerle sólo una toma abundante al día; dependiendo de su raza, lo mejor será definir 2 o 3 tomas de comida, aunque es importante marcar límites para que estos tiempos se respeten. Por este motivo, te resultará de gran ayuda para reducir las probabilidades de ansiedad, retirar su plato finalizado el plazo para su alimentación, pues tampoco se recomienda dejarle alimento disponible a libre demanda, salvo en algunos casos de enfermedad.
Aléjalo de la mesa
Si al momento de sentarte a comer, también le tiras un hueso o bocadillo, comenzarás a fomentarle el mal hábito de acercarse a tu mesa, para ver qué alimento puede obtener poniendo su mejor cara. Además es muy importante tener el conocimiento de que alimentos, aparte del pienso específico, pueden ingerir los perros, dado que existen algunos que bajo ningún concepto deberían comer por resultar tóxicos para la especie.
Quizás te pueda parecer un poco cruel, aunque si te interesa evitar la ansiedad en tu mascota, así como los múltiples efectos nocivos que esto provoca en su salud, lo mejor es definir límites y evitarle así este tipo de problemas.
En este sentido también resulta importante recordar que los perros son animales con un olfato muy desarrollado, y desde luego fanáticos de la carne, por lo que de igual forma te resultará de utilidad tratar de evitar en la medida de lo posible que este tipo de “atracciones” se mantengan presentes a su alrededor, lo cual puede incentivar la ansiedad.
No en la calle
Si tu perro sale a la calle, lo mejor será enseñarlo a no comer cualquier cosa que encuentre en el camino, ni tampoco andar husmeando en la basura. Si lo hace, no sólo estarás generando una ansiedad por la inquietud de qué cosa podrá comer esta vez, sino que además le provocarás múltiples riesgos digestivos.
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Más de un perro en casa
Si tienes varias mascotas en casa, también debes tener consideraciones en su alimentación para evitar problemas de ansiedad. Por naturaleza, los perros son capaces de aprender y respetar jerarquías, donde aquel de mayor nivel come primero y así sucesivamente de acuerdo al orden jerárquico.
Puedes intentar esto en casa, aunque en realidad es más difícil de definir que en condiciones salvajes; por este motivo puede bastar con que le otorgues a cada perro su tiempo y espacio, para que puedan dedicarse a su alimento sin mayores prisas ni preocupaciones.
Desparasitar
Diversas clases de parásitos también llegan a ser un factor para desestabilizar la alimentación debido a que pueden consumir una proporción importante de nutrientes, lo cual difícilmente notarás a simple vista.
En este sentido, resultará de utilidad realizar desparasitaciones periódicas, aunque estas no deben ser sólo internas sino también externas.
Revisión
Finalmente, no te olvides de realizar también una revisión periódica en el veterinario, al menos una vez al año. De esta forma podrás llevar un mejor control que te permita asegurar un buen desarrollo para tu mascota.
La definición y disciplina de los hábitos alimenticios son algo esencial para evitar la ansiedad en los perros, aunque de igual forma tiene una influencia mayúscula la utilización de piensos de calidad como los de Lobo Azul, alternativas premium científicamente diseñadas para cubrir de manera óptima sus necesidades alimenticias, a partir de alimentos frescos, de calidad, que incluso son aptos para ser consumidos por humanos. Aunque claro, en su conjunto, están especialmente diseñados para las necesidades específicas de los perros. Ante cualquier sospecha o inquietud, no dudes tampoco en consultar con tu veterinario y así trazar juntos una ruta que te permita mantener en buen estado la salud física y mental de tu mascota.
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