A continuación te presentamos una guía paso a paso con los consejos más recomendados para el óptimo cuidado de la
alimentación de una perra embarazada, un proceso muy especial de la vida los mamíferos, que en un período de 63 a 67 días requerirán ciertos cuidados especiales. Aquí te contamos los puntos básicos que no debes perder de vista.
Las primeras 2 semanas de una perra preñada
Tras detectar
el embarazo de tu mascota, un error común es cambiar rápidamente los piensos por otra alternativa, no obstante debes tomarte las cosas con calma. Lo mejor será ir pensando en otro tipo de necesidades primero, tales como el espacio y la atención, pues la
alimentación de una perra preñada, al menos durante las primeras dos semanas, debe seguir siendo la habitual.
Lo que sí será importante es realizar un chequeo rutinario con el veterinario, pues es importante una valoración de su estado físico, para conocer si está plenamente capacitada para llevar a cabo un embarazo saludable. Asimismo resultará esencial ir conociendo la cantidad de cachorros que vienen en la camada, ya que esto será un factor a considerar para diseñar su
dieta más adecuada.
Semanas 3 y 4 del embarazo
A partir de la tercer semana ya deberás ir buscando una
alternativa de alimentación más especializada, si lo que buscas es consentir y ofrecer lo mejor a tu mascota durante este período, existen alternativas de pienso starter super premium especialmente diseñados para esta fase. Este tipo de
piensos están compuestos de alimentos naturales y de alta calidad, que de hecho son aptos para consumo humano, aunque están diseñados para ofrecer una composición libre de conservantes, de organismos genéticamente modificados, de colorantes y, además, está preparado para abarcar todos los nutrientes necesarios para esta etapa, incluidas las vitaminas y minerales que resultarán de gran aporte para su organismo. En este tipo de alimento, de hecho, se incluyen diversos ingredientes de alta calidad como atún o salmón, importantes por su alta proporción de Omega 3, el cual brinda ventajas importantes para fortalecer el necesario aporte de grasas, que será otro elemento a tener en cuenta. Normalmente a partir de la tercer o cuarta semana ya
deberás ir cambiando su alimentación. Lo mejor es hacerlo de forma gradual, aumentando paulatinamente la proporción del
nuevo tipo de pienso, en un proceso de alrededor de una semana, hasta que deje totalmente la anterior alimentación. Si lo prefieres, también puedes optar por un alimento para cachorros, uno de los objetivos principales de este tipo de
alimentación de una perra embarazada es aportarle los nutrientes para estar fuerte, pero también es importante para comenzar a generar la leche materna. Esta es una
etapa importante en el proceso de gestación, también es totalmente normal que tu mascota sienta nauseas e incluso presente vómitos, por este motivo lo mejor será dar raciones más pequeñas pero más frecuentes. De todas formas, si consideras que es mucho el malestar que está sufriendo la madre, lo mejor será que la revise un veterinario. En esta fase también ya deben comenzar a ser regulares los chequeos de peso, un problema habitual es no detectar un sobrepeso de nuestra mascota, debido a que puede aparentar ser parte del proceso normal del embarazo. No obstante, deberás
consultar con el veterinario el peso adecuado, de acuerdo a su raza y cantidad de cachorros en gestación.
Eso sí, también debes considerar que ni en esta etapa, ni en ninguna otra, es recomendable la ingesta de medicamentos, únicamente en caso de estricta recomendación médica.
Consejos para la semanas 5 y 6
No será hasta la semana 5 cuando los cachorros ya comiencen a tomar un mayor volumen dentro de la madre, quien por lo tanto comenzará a necesitar también
una mayor cantidad de alimento, es aquí donde las porciones deberán comenzar a ser más abundantes. Dependiendo de la cantidad de cachorros en gestación también variará el incremento en la cantidad de comida. Por ejemplo: si son 4 los cachorros, se aconseja ir incrementando un 5% la
cantidad de piensos cada semana.
El crecimiento de los cachorros en el interior de la madre es algo bastante agotador para su organismo, motivo por lo cual deberán
comer de forma abundante para no generar algún tipo de descompensación, ni en su nutrición, ni en la de los cachorros. Por este motivo, a partir de la sexta semana ya puedes comenzar a aportar también suplementos alimenticios para
fortalecer la alimentación de la perra embarazada, y aunque esto no tiene que ser necesario si ya estás usando
piensos super premium especialmente diseñados para esta etapa, sí puede ser una alternativa si en cambio estás
alimentando a tu mascota con pienso para cachorros, que es también otra opción más económica y menos eficiente, pero al menos más recomendable que seguir alimentándola con los piensos que consumía antes del embarazo.
Semanas 7 y 8 de la gestación
Aquí el control tendrá que ser ya más riguroso, pues se acerca la etapa definitiva en el desarrollo de los cachorros y se abren también múltiples riesgos para la madre. Por lo cual la revisión del peso deberá ser puntual, así como la revisión de rutina con el veterinario. Es importante supervisar el nivel de aumento en el peso, pues un crecimiento menor al recomendado puede provocar desnutrición y, como consecuencia, malformaciones en los cachorros. Por contra, un sobrepeso puede ser también letal para la madre.
Lo mejor es calcular que se encuentran por buen camino para que con el ritmo hasta esa fecha, se pueda concluir que avanza de forma consistente para que, llegando a las 9 semanas, suba entre una tercera y una cuarta parte de su peso inicial, lo cual no será solamente por los cachorros. De hecho, la mayor parte de este peso será por la placenta. Aquí también será esencial
una buena ingesta de proteínas, las cuales representan la mayor parte de la energía que será fundamental para este agotador proceso por el que atravesará la madre.
Etapa final del embarazo
Si todo sigue bien, a partir de la novena semana estará tu perra ya en la
recta final del proceso de gestación. Debido a que el espacio en su estómago ya comienza a ser más limitado, las raciones de comida deben ser también menores, pero de igual forma frecuentes para poder
aportarle así los nutrientes necesarios.
En caso de que notes que la perra embarazada comienza a perder el apetito, puede ser normal, ya que podría ser indicio de que está por llegar el momento del parto. Por este motivo será importante mantener siempre agua fresca y algo de comida a su alcance, además de llevar el control con tu veterinario, para poder estar también capacitados para el día del parto.
Primeras semanas de lactancia
Llegado el momento del nacimiento, que es un acontecimiento bastante especial, y más allá de las medidas habituales que deberás tomar para el cuidado de los cachorros, respecto a la alimentación de la madre, será importante también comenzar a incrementar la ingesta, pues las
necesidades alimentarias serán también muy demandantes para el proceso de lactancia.
La madre requiere no sólo los nutrientes para reponerse del cansado proceso de gestación y alumbramiento, sino que también deberá obtener los nutrientes extra para poder
ofrecer una adecuada lactancia a los cachorros recién nacidos, los cuales estarán hambrientos y crecerán con rapidez, motivo por el cual las tres primeras semanas de vida se deben tomar medidas muy particulares. En la primer semana deberás incrementar un 50% la cantidad habitual de comida de la madre. Esta medida deberá ir aumentando en la misma proporción, es decir, en la segunda semana ya deberá ser del doble que la cantidad de alimento que comía habitualmente; y este ritmo se deberá extender al menos hasta la tercer semana de lactancia, donde la cantidad de leche que necesitará producir será mayor y por tanto la perra ya deberá tener el triple de alimento disponible.
Por esta razón, y dependiendo de la cantidad de cachorros que hayan nacido, puedes llegar incluso a ofrecer a la madre acceso libre a los piensos, es decir, una dieta a placer, pues cuenta con la capacidad de poder sentir cuando requiere una
mayor cantidad de alimento de modo que pueda proseguir con el esencial proceso de lactancia de forma adecuada. A partir de la tercera o cuarta semana los cachorros podrán comenzar a ingerir comida sólida, será también momento de ir reduciendo la cantidad de comida para la madre, tratando de hacerlo de forma proporcional. No obstante, la lactancia se recomienda extender al menos por un período de 6 a 8 semanas. Tomando las medidas adecuadas, y consintiendo a tu mascota como es debido, verás que es posible llevar un
proceso de gestación y crianza saludable.
En cualquier caso, la valoración constante de tu veterinario, así como la asistencia en caso de cualquier duda o síntoma extraño, serán esenciales para conducir un embarazo feliz y que permita llevar a buen término este momento tan importante en la vida de tu mascota. Recuerda que
una buena alimentación será la clave principal para dar vida a cachorros sanos y fuertes y cuidar al mismo tiempo la integridad de su madre.
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